Las familias del Colegio Bernardino Rivadavia volvieron a cortar esta mañana San Juan al 1500, luego de que esta semana les informaran que no hay presupuesto para arreglar las 9 aulas que tienen clausuradas desde el comienzo de clases. El Ministerio de Educación les había prometido que iban a comenzar a reparar las instalaciones a mediados de abril, luego de que se hiciera la evaluación pertinente, pero las familias aseguraron a Página/12 que las obras están suspendidas por falta de presupuesto.
Esta vez son los padres de la escuela los que llevaron adelante el corte, invitaron no solo a docentes y alumnos a participar de la movilización sino a todos los comerciantes del barrio que se ven afectados por la falta de circulación de los chicos que van al colegio.
Se conformó una comisión de padres para vigilar el avance de las obras y esta mañana llamaron a una asamblea en la puerta del colegio con carteles y bombos preparados para cortar la calle si fuese necesario. Al pasar una hora aproximadamente les llegó un comunicado del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires que informaba que a fines de febrero habían visitado la escuela para hacer una evaluación previa de las instalaciones, lo que coincide con el relato de la comunidad del Bernardino Rivadavia.
El problema, señalan los padres, es que en el mismo comunicado se puede leer: “Al día de la fecha los trabajos de mantenimiento siguen avanzado, y se continúa trabajando para finalizarlos lo antes posible… Seis (aulas) ya fueron reparadas y están en condiciones de ser utilizadas”, y que se “realizó un cambio en el mobiliario en varias aulas”, pero los padres lo desmienten.
“Es todo mentira el comunicado. Lo único que hicieron fue remover la mampostería que estaba floja. Cuando llueve el agua se sigue filtrando, no sé que aulas quieren habilitar. Solamente removieron los pedazos de escombros que se caían”, dijo a este diario, Walter, el papá de una de las alumnas de 4º año.
Los docentes cuentan que desde el Ministerio de Educación, hace dos meses con la difusión en Página/12, llegaron a dejar los andamios en la puerta de la escuela. Durante un tiempo iban a romper paredes dos o tres veces por semana, pero ahora los arquitectos “nos dijeron que pasaron el presupuesto de los arreglos y que no hay plata”. Entonces se pararon las obras”, explico una profesora.
Pero hace dos días, según relataron los padres, a una chica se le cayó un pedazo de techo en la cabeza, mientras caminaba por uno de los pasillos del Rivadavia. La madre la llevó a una guardia hospitalaria y continúa sin ir a clases.
El reclamo no se hizo esperar. Esta mañana, el corte, en San Juan y Ceballos, buscó dar a conocer la situación del colegio al grito de “las escuelas del futuro son una mentira”, “No están transformando Buenos Aires”. “Hoy Larreta inaugura obras de maquillaje en la zona norte de la ciudad mientras las escuelas se siguen cayendo a pedazos”, reclamaba una madre.
En el informe que dieron, los manifestantes sostienen que cuarto y quinto año del secundario se turnan para asistir a clases, sólo dos horas diarias, y con el peligro constante de que se caiga la mampostería.
Con el plan acordado a fines de febrero las obras tendrían que terminar en octubre para tener un mes de clases regulares a fin de año, pero con la dilación no saben cuánto podrían llegar a estirarse. “El pedido es que se declare en emergencia el presupuesto para que sea enviado de inmediato desde la Ciudad, porque es al que le corresponden las obras de mantenimiento que no se hicieron durante los últimos 15 años”, afirma Walter, que integra la comisión de padres.
Al finalizar la marcha, se sumaron a una reunión de último momento que estaban teniendo representantes del Ministerio de Educación recién llegados, con la vicedirectora. En la reunión, los funcionarios informaron que las aulas sí estaban habilitadas pero que se recomendaba no usarlas en días de lluvia. "Es un chiste, las aulas dan pena, se puede ver en las fotos fácilmente", comentó el padre de Julieta.
A lo largo del día van a decidir si suspenden las clases o toman la escuela hasta que se reanuden las reparaciones de la infraestructura del colegio que tiene “la terraza destruida con la membrana levantada, las paredes electrificadas por las filtraciones de agua y más de 6 aulas clausuradas, con pasillos intransitables por el peligro de que se les caiga mampostería en la cabeza”, afirmó Gabriela, preceptora de 3º año y delegada de UTE, mientras participaba del corte.
Informe: Mercedes Chamli.