Contra todos los pronósticos y operaciones que lo daban fuera de su cargo, Sebastián Battaglia seguirá siendo el director técnico de Boca. Pero nadie se atreve a vaticinar su continuidad si este sábado, su equipo no le gana a Central Córdoba en Santiago del Estero y sobre todo, si el miércoles pierde en San Pablo ante Corinthians por la Copa Libertadores. La crisis boquense, disparada tras el empate del miércoles por 1 a 1 ante Godoy Cruz de Mendoza en una Bombonera crispada, continúa vigente. Solo se ha postergado su definición.

"Queremos que el equipo mejore pensando en el próximo partido. Siempre estoy fuerte. Confío en los jugadores. Queremos mejorar, haremos una autocrítica interna y buscaremos lo mejor para lo que viene", dijo Battaglia al llegar al complejo de Boca en Ezeiza para la reunión con el Consejo de Fútbol que lidera el vicepresidente Juan Román Riquelme. El técnico, que suspendió la habitual conferencia de prensa tras el partido con los mendocinos, hizo saber a lo largo de una mañana cargada de rumores y especulaciones sobre su despido, que no pensaba presentar su renuncia. 

Según algunos voceros boquenses, Riquelme bajó el miércoles muy preocupado de su palco por el rendimiento del equipo, algunas decisiones de Battaglia y sobre todo, por la reacción hastiada de los hinchas. Por eso, junto con Jorge Bermúdez y Marcelo Delgado evaluó la situación casi hasta las dos de la madrugada en la Bombonera, y decidió reunirse con el técnico antes del entrenamiento. Según esos mismos voceros, el Consejo de Fútbol boquense llegó a Ezeiza con la conclusión de que el crédito de Battaglia se había agotado y que era necesario dar un golpe de mando. 

Riquelme esperaba un gesto de Battaglia que lo alejara de la dirección técnica sin que hubiera que pedirle la renuncia. Pero como ese gesto no se produjo y en el mano a mano, el técnico mostró convicción para poder mejorar el equipo, se decidió sostenerlo al menos hasta el partido de la próxima semana ante Corinthians. Luego de la reunión que duró casi dos horas, Battaglia dirigió la práctica en una de las canchas auxiliares del complejo. 

Los próximos dos compromisos, entonces, serán vitales para saber hacia donde saldrá la crisis de Boca que ha ganado sólo uno de sus últimos seis partidos (2 a 0 a Always Ready de Bolivia por la Libertadores) y en lo que va del año, todavía no ha podido vencer en la Bombonera, donde Colón, Arsenal, Lanús y Godoy Cruz le empataron partidos que iba ganando y no pudo cerrar.