La Argentina se abstuvo de votar en la Organización de los Estados Americanos (OEA) la suspensión de Rusia como observador permanente. La medida tiene efecto inmediato y se extenderá hasta que "cese sus hostilidades" y retire las tropas de Ucrania. La decisión se tomó en la sesión de este jueves convocada a pedido de Guatemala y Antigua y Barbuda con apoyo de Estados Unidos, Colombia, Uruguay, Canadá y Granada. La suspensión contó con 25 votos a favor y 8 abstenciones entre ellas el voto de la Argentina, México y Brasil.
La abstención argentina no es novedosa. Está alineada con las posiciones que asumió desde el inicio del conflicto. El Gobierno condenó el avance ruso en territorio ucraniano, incluyó el pedido de cese inmediato del uso de la fuerza y acompañó la decisión de la Asamblea General de la ONU de suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos, impulsada por Estados Unidos y potencias europeas.
Sin embargo, siempre mantuvo la posición de no expulsar a Rusia de espacios como la OEA o el G20 porque "no aporta a la solución del conflicto, ni a resolver la situación humanitaria", consignaron desde el Palacio San Martín.
En este caso, la postura tuvo, además, otro motivo de peso. "Para la Argentina un dato no menor es que el Reino Unido también es observador en la OEA, ocupa territorio argentino y es una potencia militar de la OTAN que despliega su poderío, y nadie lo sanciona por ello", explicaron en Cancillería sobre el "doble estándar" al que se refirió varias veces el Gobierno y que Cristina Fernández denunció en la EuroLat.
En febrero, Argentina, Brasil y otros países no acompañaron en la OEA una declaración de condena de la invasión rusa a Ucrania respaldada por 21 naciones durante una sesión con Moscú y Kiev como observadores. El argumento fue el mismo: la "falta de pertinencia" del foro que preside Luis Almagro en un conflicto fuera del continente.