El ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió este viernes con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. La cita fue en el mediodía de Washington, donde están ubicadas las oficinas del organismo. Luego del cumplimiento de las metas de la primera revisión del acuerdo firmado de Facilidades Extendidas entre el Gobierno y el Fondo, en ambas partes de la mesa reconocen la necesidad de aplicar una cuota de flexibilidad a la hora de encarar las próximas revisiones, en función del desenvolvimiento del conflicto bélico en Ucrania y el impacto sobre los precios de la energía, que suponen un crecimiento de la factura de subsidios por parte del Estado.
El encuentro se extendió a lo largo de unos 45 minutos y contó con la presencia de Guzmán y de Sergio Chodos, representante argentino ante el Fondo, por el lado nacional. Enfrente se sentaron Georgieva junto a Julie Kozack e Ilan Goldfajn, autoridades del FMI para el Hemisferio Occidental; y Luis Cubeddu, jefe de la misión del organismo en Argentina. "Fue una reunión previsible, se va a seguir trabajando en las recalibraciones del acuerdo", indicaron en Economía. Luego del mitín central, funcionarios del equipo de Guzmán mantuvieron la ronda de reuniones con técnicos del FMI en la sede de la embajada argentina en la capital norteamericana.
La lógica de la "recalibración" del acuerdo es que desde la firma del nuevo crédito, las condiciones internacionales se modificaron violentamente por la guerra en Ucrania. En particular, el fuerte crecimiento de los precios del gas y combustibles líquidos que Argentina importa en invierno hizo elevar sensiblemente el costo promedio de la generación de energía eléctrica y de la provisión de gas.
Si bien de la reunión con Georgieva surgió una ratificación del sendero de segmentación de tarifas, lo cierto es que la reducción de subsidios que se derive de ese esquema (que además no goza de consenso al interior de la propia coalición de gobierno) será menor de la prevista originalmente, porque el costo real se elevó por el encarecimiento de los precios internacionales. Cerca de Guzmán explican que las metas del acuerdo no se van a modificar, aunque sí se ampliaría el margen de error, atento al desarrollo del conflicto bélico.
En esa línea, la propia dinámica de los precios internacionales trastocó la meta de inflación para el año, que tiene un techo del 48 por ciento. En el mercado local descuentan que difícilmente se ubique por debajo del 55 por ciento.
El tema energético fue una de las claves de la presentación de Guzmán en el Atlantic Council, que reunió a empresarios y representantes de organismos multilaterales. "Tenemos los recursos para tener un desarrollo significativo del sector energético, con Vaca Muerta, y con recursos para energías renovables. Y queremos establecer condiciones que lleven a escalar la inversión en el sector. La restricción clave hoy en día para el crecimiento de la producción es la infraestructura. Esperamos ser autosuficientes en gas próximamente. Estamos construyendo un gasoducto que conectará el sur argentino con el norte argentino y elevará significativamente la capacidad de producción. Esa es una gran oportunidad para Argentina, tendrá efectos significativos en términos de competitividad de nuestro país, en términos de estabilidad de la balanza de pagos y también ayuda a reducir los subsidios, porque disminuye el costo de producción, de energía", dijo Guzmán.