Plomeros, electricistas, carreros, cineastas. Algunas de las profesiones, formales o informales, que atraviesan los tres largometrajes presentados en estos últimos días en la Competencia Oficial Internacional del 23° Bafici, provenientes de España, la Argentina e Irlanda. Un trío de relatos que van de lo cotidiano a lo legendario, con vetas de humor o bajo una mirada realista a las realidades sociales. Sis dies corrents (es decir, “Seis días corrientes” en catalán) es la tercera película de Neus Ballús (La plaga, El viaje de Marta) y viene de recorrer una docena de festivales internacionales luego del estreno en el prestigioso encuentro cinematográfico de Locarno. Respecto de la preferencia, presente en toda su obra, por el entrecruzamiento de ficción y documental, al punto de resultar indiscernibles, la realizadora afirmó: “el transitar en este terreno tan híbrido, para mí viene dado de una forma muy natural”. Los seis días de trabajo de Valero, fontanero profesional con un malhumor perenne, Pep, el veterano que está a punto de jubilarse, y Moha, el joven marroquí que entra a la pequeña empresa como aprendiz, partieron de la realidad más estricta para ir tejiendo un relato lleno de humor. Una idea que, en manos más interesadas en el populismo mainstream, hubiera desembocado en un pequeño desastre cinematográfico.
Pero Ballús evita el paternalismo, el costumbrismo rancio y los esquemas de redención lacrimosos, concentrándose en cambio en los pequeños ritmos laborales, las broncas subterráneas, el orgullo personal que nunca se transforma en símbolo de nada. Sin embargo, las dificultades inherentes a la inmigración y el miedo a la falta de empleo están presentes, como lo atestigua la voz en off de Moha en idioma bereber (a pesar de que su catalán mejora día a día). Si Valero toma de punto al aprendiz de electricista y lo verduguea en todo momento y situación, punto de conflicto central a los largo de los seis días de la narración, los encuentros con los clientes más excéntricos son la chispa de ignición de una forma de comedia que aparece solapada pero casi siempre termina estallando (el anciano obsesionado con las vitaminas, el psicólogo argentino y los gadgets modernos de su casa, que recuerdan al Tati de Mi tío, la lucha de Pep por mantener a raya a los responsables de un desastre cerámico). Habrá que esperar para ver si el objetivo de Ballús es proponer una tercera vía para el cine de corte social, pero el corazón tierno y humanista de Seis días corrientes es muy difícil de resistir.
En The Cry of Granuaile el realizador dublinés Dónal Foreman –quien ya había estado presente en el Bafici 2018 con su ensayo autobiográfico The Image You Missed– va en busca de la legendaria pirata irlandesa Grace O'Malley, también llamada familiarmente Granuaile, cuyo enfrentamiento con el reinado de Isabel I en el siglo XVI la transformó en una figura emblemática de la resistencia de su pueblo. Pero no lo hace a partir de una investigación documental tradicional, o bajo las normativas de un film de ficción común y silvestre. Dale Dickey, actriz estadounidense cuyo rostro y cabellera pelirroja están presentes en más de un centenar de películas y series, de Breaking Bad a la saga Iron Man, interpreta a Maire, una cineasta independiente semi retirada que llega a Dublín para presentar en un festival una de sus obras. Acompañada de su asistente, una joven llamada Cáit que acaba de separarse, emprenden un viaje por el interior de Irlanda en busca de los pasos de la célebre filibustera.
Como si se tratara de un relato de folk horror pero sin elementos de terror, aunque sí lleno de misterios (la bruma, las leyendas de mujeres transformadas súbitamente en piedras, los genes de Granuaile corriendo por los cuerpos de los habitantes del Condado de Mayo), el derrotero de Maire y Cáit entrelaza los dolores del pasado con los traumas personales del presente, hasta que la realización de un film dentro del film comienza a enrarecerlo todo. Cuando los personajes reales del pueblo adoptan los ropajes y las líneas de diálogo de la creación cinematográfica en proceso, la ficción dentro de la ficción termina poseyendo y devorando a The Cry of Granuaile, un film realmente inclasificable cuyo rodaje en 16mm y en Super-8 (el segundo formato es el utilizado por el personaje de la cineasta) vuelve a demostrar la superioridad poética de la imagen analógica, al menos en las creaciones alejadas de las ambiciones hiperrealistas.
El tercer largometraje exhibido recientemente en la principal competencia del festival, en este caso en calidad de estreno mundial, es una producción platense, rodada en los alrededores de la capital bonaerense. Como si se tratara de una versión siglo XXI de Pizza, birra, faso, el film de los debutantes Fiona Lena Brown y Germán Basso apunta la cámara hacia un grupo de chicos de una barriada periférica. Ale se debate entre terminar la secundaria y mantener un trabajo poco estimulante como repositor de un minimercado. Cuando conoce a otro joven que anda recogiendo cartones, chapas y toda clase de residuos con su caballo, Ale decide que esa puede ser una forma de vida razonable e incluso respetable, contra los deseos de su madre y la anuencia no demasiado enfática de su hermano.
A pesar de que Carrero no escapa de la lógica algo previsible planteada por el relato –el descenso inexorable a la posibilidad de los pequeños crímenes, con el robo de motocicletas como tentación al alcance de la mano–, la película de Brown y Basso tiene varias virtudes insoslayables. En principio, el notable desempeño del reparto de actores no profesionales, que parecen vivir sus personajes más que interpretarlos. A tal punto que el universo retratado podría leerse como una refutación de los engranajes formales y poéticos del cine de José Celestino Campusano. Por otro lado, la resistencia al canto de sirena del miserabilismo y la explotación de la marginalidad como elemento de gran espectáculo.
Sis dies corrents se exhibe el martes 26 a las 15.00 en Cine Multiplex Monumental Lavalle - Sala 1 y el viernes 29 a las 16.45 en Cine Lorca - Sala 1.
The Cry of Granuaile se exhibe el domingo 24 a las 17.55 en Cine Multiplex Monumental Lavalle - Sala 1 y el martes 26 a las 11 y sábado 30 a las 17.05 en el Cultural San Martín - Sala 2
Carrero se exhibe el lunes 25 a las 17.30 en Cine Multiplex Monumental Lavalle - Sala 4 y el martes 26 a las 18.20 en Cine Cosmos UBA.
Funciones online y entradas para las proyecciones presenciales en https://vivamoscultura.buenosaires.gob.ar/