Con sus primeros discos, Alhaja y Miau, y bajo el seudónimo de Miss Bolivia, Paz Ferreyra dejó en claro que su genética musical está atravesada por el baile, por los ritmos que crecen a los márgenes del mercado (ése que tarde o temprano los llevará consigo), por el desenfado y la denuncia. En Pantera, su nuevo disco, la cantante y compositora da un paso más como cronista de su tiempo, como militante de género, como una voz potente para el movimiento Niunamenos mediante la contundente "Paren de matarnos", pieza clave para que la psicóloga sacara a relucir su costado más visceral y directo.

"Siento que en lo que en Miau era un gatito se volvió un felino más salvaje, de garras más afiladas, de armas tomar, pero a su vez más elegante --distingue Ferreyra--. Además siento que me atreví a empujar más allá de los límites de mi zona de confort. Si bien la médula es la cumbia, el hip hop, me atreví a empujar hacia el folklore, el pop, el punk rock. La verdad que estoy muy conforme. Si bien mis discos anteriores me gustan, cada disco es un update de mi obra, de mi forma de ser musical".

- En Pantera se potenció el tono de denuncia, que si bien estaba presente en tus dos discos anteriores, es ahora más explícito.

- Pienso que en los otros discos estaban la militancia y la lucha, múltiples luchas, todo el tiempo colándose en las canciones. Por todas las grietitas que tenían todo el tiempo se filtraba la lucha. Lo que sí siento que sucedió ahora es que hay dos o tres canciones más literales, donde no hay que filtrar nada. Realmente son manifiestos, recitados directos donde no hay lugar para la ornamentación, la poesía o la metáfora. Es bien directo, bien crudo. Creo que el trastorno que tenemos es de la sociedad en su conjunto. Todo lo que canto es para la sociedad, y me incluyo en ella, porque sino muchas veces nos encontramos distinguiendo todo el tiempo entre varón y mujer y, en realidad, haciendo éso le quitamos fuerza a ese síntoma tan negativo que es la violencia de género. Más que apuntarle a un actor social me parece abordar ese conjunto de síntomas tan pesado y espeso, que por un lado cada día se sensibiliza más pero a su vez se hace más potente, más fuerte. Necesitamos armas de igual fuerza y potencia, bien direccionadas. En mi caso, las canciones son lo que puedo aportar.

Claro que en Pantera hay también una invitación constante al baile, desde esa festiva combinación sonora que atraviesa a toda la obra de Miss Bolivia, que para esta producción sumó las colaboraciones de Liliana Herrero, Lito Vitale, Ale Sergi, Andrea Alvarez y Hugo Lobo, y textos recitados por Marta Dillon y Susy Shock. Así, entre la denuncia y la celebración, focalizándose en su tercer disco pero dando cabida a sus viejos hits, Paz Ferreyra se reencontrará esta noche con el público rosarino, en un show que se anuncia a las 23 en Pugliese (Corrientes 1530) y que la encontrará acompañada por su banda completa.