En medio de los tractores y las fotos que los dirigentes de Juntos por el Cambio se sacaban con los ruralistas arriba de camionetas 4x4, en Plaza de Mayo el sábado también tuvo lugar una "intervención" cargada de violencia que consistió en colgar de las rejas de la pirámide de Mayo, donde históricamente realizaron sus rondas las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, distintos muñecos negros con una soga al cuello, simulando ahorcamientos. Las bolsas con forma de cuerpos tenían pegadas las caras de diversos dirigentes sociales, funcionarios del gobierno --entre los que estaban el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner-- políticos de izquierda y también referentes de los organismos de Derechos Humanos.
Tal como contó Página12, cerca de los muñecos las personas decían que se trataba del "paredón nacional", e invitaban a "pegarle piñas al que más odies". Aún no se conocieron los autores intelectuales y tampoco a quiénes la montaron, por eso la legisladora y nieta recuperada, Victoria Montenegro, junto a otros legisladores porteños, este lunes realizará un pedido de informe al GCBA exigiendo datos sobre los costos que "el tractorazo" tuvo para los porteños y reclamando el material de las cámaras de seguridad de la zona para poder identificar a los agresores.
"El objetivo del pedido de informe es saber qué recursos utilizó la Ciudad para acompañar esta marcha y también para tener las imágenes que tomaron las cámaras y poder ver quién llevó adelante esto que no es una intervención, sino una amenaza", expresó Montenegro en diálogo con Página12. La legisladora indicó que "tenemos una preocupación real con respecto al incremento de los discursos de odio que pasan a la acción y lo que vimos el sábado es un primer paso de eso. ¿Cuál es el segundo?", se preguntó. Luego agregó que "es grave la responsabilidad política de los que acompañan esto. Estaba el Jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, legitimando la 'protesta' donde colgaron bolsas con caras de dirigentes. ¿Cuál fue el objetivo del tractorazo?, ¿el paredón? Esas cuestiones atrasan décadas".
Desde el GCBA explicaron a este diario que "repudiamos cualquier expresión vinculada al odio y la violencia, pero con respecto a las cámaras, no hay ninguna denuncia radicada hasta el momento. Si así fuese y el fiscal interviniente lo solicitara, por supuesto que tendría acceso a las imágenes".
El sábado, sin embargo, no fue la primera vez que sucede algo de esta gravedad en una marcha opositora. El 28 de febrero de 2021, cuando se movilizaron a Plaza de Mayo el grupo Jóvenes Republicanos, que responden a la presidenta del Pro, Patricia Bullrich, colgaron de las rejas de la Casa Rosada bolsas mortuorias con el nombre de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, de "los pibes de la Cámpora" y de otras figuras. Ellos también se adjudicaron la vandalización de la estación de subte Rodolfo Walsh el pasado 24 de marzo. Montenegro indicó que "antes fueron las bolsas mortuorias, ahora los cuelgan, ¿la próxima qué es? ¿una gran hoguera? En estas manifestaciones de JxC siempre está la fantasía de la muerte y es peligroso". En esa línea agregó que "en todos estos hechos hay responsabilidad institucional. Lo que hicieron los Jóvenes Republicanos en la estación Walsh aparentemente lo hicieron de madrugada, ¿quién les abrió el subte?".
El secretario de DDHH de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, resaltó en diálogo con Página12 que "no es la primera vez que lo hacen. Estos sucesos van de la mano de los discursos que tienen los medios hegemónicos contra las Madres y los Organismos. Algunas figuras con responsabilidad política son extremadamente negacionistas y envalentonan a una parte de la sociedad. Eso es lo peligroso y lo tenemos que regular". Pietragalla Corti añadió que "no creo en la sanción de una persona que se pone a gritar en la calle 'que vuelvan los militares', pero sí que hay que sancionar a quien tiene algún tipo de responsabilidad institucional en el Poder Judicial, Legislativo o Ejecutivo y reivindica delitos de lesa humanidad o los relativiza. Hay que generar un proyecto y pensar en una sanción".
En esta ocasión aparecían colgados sindicalistas como Hugo Moyano, de Camioneros; gobernadores como la de Santa Cruz, Alicia Kirchner y el de Formosa, Gildo Insfrán; intendentas como Mayra Mendoza; ministros como el Canciller, Santiago Cafiero, el de Seguridad, Aníbal Fernández y la de Mujeres Géneros y Diversidad, Elízabeth Gómez Alcorta junto a la titular del PAMI, Luana Volnovich y del Inadi, Victoria Donda; dirigentes sociales como Emilio Pérsico de Movimiento Evita; Daniel Menéndez de Barrios de Pie y Juan Grabois de la UTEP; diputados como Nicolás del Caño del FIT, junto al dirigente Néstor Pitrola, y Máximo Kirchner. También senadores como Mariano Recalde. Además, estaba otra vez de Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini de Madres de Plaza de Mayo.
La nieta de Estela, Bárbara Carlotto, publicó que "la bolsa con la cara de mi abuela no falla nunca en este tipo de movilizaciones. En esta oportunidad simulando una ejecución, un ahorcamiento en una plaza". La diputada del Fit, Myriam Bregman también sumó sus repudios y dijo que "ayer en Plaza de Mayo pusieron, entre otros, estos macabros muñecos de del Caño y Pitrola. Qué decirles... Reparten la Constitución Nacional pero no pueden ocultar que son bastante fachos". La senadora Juliana Di Tullio agregó que "el campo que conocemos la mayoría de los y las argentinas no tiene nada que ver con esta actitud despreciable, violenta y antidemócratica. ¿Esto ES el campo o ES el Macrismo?".
Juan Grabois, dijo a Página 12 que "todo lo que me hacen: espiarme, difamarme, calumniarme, ejecutarme simuladamente en Plaza de Mayo, no es un 0,0001 por ciento de lo que sufre nuestro pueblo pobre por las privaciones que nosotros la dirigencia debemos garantizar; no tenemos ningún derecho a usurpar el carácter de víctima por tres pavadas. Eso no justifica a quien lo hace ni a quien lo silencia. El que lo hace rompe las reglas de la democracia y debe ser repudiado". Para concluir, Montenegro resaltó que "la discusión es quiénes van a llevar adelante el destino de la Argentina, si va a ser la violencia de la derecha que genera más muertos y pobres esclavos o no. Es gravísimo lo que hicieron, está mal y hay que poner un freno. Los políticos tenemos distintas responsabilidades, pero nadie se la tiene que bancar. La violencia política no debe tener lugar en la Argentina".