"La manera en que murió mi tía fue brutal, pedimos justicia", dijo ayer la sobrina de Sandra López, la comerciante asesinada en su cotillón de Rivarola al 6800. Por el hecho, ayer fue imputada y quedó en prisión preventiva Romina P. por el delito de homicidio calificado criminis causa, cometido el 14 de abril. El fiscal Adrián Spelta dio detalles del caso: "Se hizo presente a bordo de su automóvil e ingresó al local comercial de la víctima para robarle. Ante la resistencia de la misma, P. tomó un elemento cortopunzante y le efectuó al menos 14 puñaladas que le ocasionaron su fallecimiento. Luego la imputada colocó las pertenecías del comercio en el interior de una caja y se retiró del lugar". El juez Pablo Pinto ordenó la prisión preventiva por el plazo de ley. "Algunas cámaras muestran que se llevó cajas, más adelante podremos saber qué era. No sabemos si conocía a esta persona, pero creemos que todo va a salir a la luz", dijo la sobrina de Sandra, que tenía dos hijos de 16 y 19 años.