Los tiempos han cambiado. Donde antes los dirigentes del PRO se hubieran abstenido de mostrarse en una manifestación que querían presentar como "apartidaria", el sábado pasado compitieron por ver quién se subía antes al tractor. Son escenas de una disputa que se repetirá en otros escenarios: Horacio Rodríguez Larreta, con dudas sobre si participar, terminó mostrándose para no dejarle todo el lugar a Patricia Bullrich. En el entorno de la presidenta del PRO, le reprochan el oportunismo. "Pato siempre estuvo en estas marchas. Otros se acuerdan cuando les va mal en las encuestas", deslizan. María Eugenia Vidal --que blanqueó que va por la presidencia-- también estuvo en la movilización. Nadie en el PRO condenó los muñecos de ahorcados en la Pirámide de Plaza de Mayo.
Como informó este diario, la marcha de los tractores tuvo una extensa participación de dirigentes del PRO y de la UCR. Quizás la más llamativa fue la del jefe de gobierno porteño, que no suele mostrarse en movilizaciones callejeras. Es más: se había pronunciado contra los cortes de calles de los movimientos sociales unas semanas antes y hasta había pedido que los echen de los programas de los que son sujetos de derecho. Larreta fue quién más dudas tuvo de si participar o no de la marcha y finalmente lo convenció --todo indica-- que Bullrich, su rival interna, iba a quedarse con todo el escenario. Fue con Diego Santilli y hasta se sacaron fotos al pie del tractor.
El mismo recorrido hizo Vidal, que tampoco solía participar de este tipo de movilizaciones, pero sin embargo estuvo allí para explicar que esta era una marcha de gente "que trabaja y no quiere molestar a nadie". Los motivos de su participación quedaron más claros en las últimas horas, cuando salió a remarcar que aspira a competir por la Presidencia: "A mí me gustaría ser presidente de la Nación, pero no estoy desesperada", dijo, sin usar el femenino de presidenta. “La candidata puedo ser yo, alguno de ellos, alguien del radicalismo o
Mauricio Macri, si es que se quiere presentar. Nuestro objetivo tiene
que ser ganarle a este Gobierno y estar unidos”, consideró Vidal, quien buscó diferenciarse de Javier Milei, en una señal de que no buscará competir por esos votos, sino que articula una estrategia diferente: lo trató de improvisado.
Como detalló este diario, Juntos por el Cambio no solo acompañó la movilización ruralista, sino que participó de su organización y su financiamiento, incluso desplazando a la Mesa de Enlace. No obstante, al menos los radicales, siguieron jugando el juego de la marcha apartidaria: el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, dijo: “Niego totalmente que Juntos por el Cambio haya siquiera incentivado el tractorazo”.
Suspicacias
La rivalidad interna es la que decantó en que, para no dejarle el lugar a otro, todos terminaran participando de la movilización rural. Se puede ver como una puja para ser quien mejor representa el voto campestre en las próximas elecciones. Pero es más que eso. Se trata de un juego que podrá repetirse en otros escenarios, con la idea de no regalarle nada al contrincante interno. Lo cierto es que nadie cuenta con una pole position para las internas de 2023 que le permita sacarle el cuerpo a esas disputas, y la participación de Larreta el sábado lo demuestra.
La presencia del jefe de gobierno no dejó de generar suspicacias internas y externas. Desde la vereda de enfrente, fue cuestionado por los legisladores porteños del Frente de Todos por haber avalado una manifestación en la que se mostraron muñecos de funcionarios y referentes de derechos humanos ahorcados como en un linchamiento. De hecho, presentaron un pedido de informes para que expliquen qué recursos utilizó la Ciudad de Buenos Aires para acompañar esta marcha y que entreguen los videos de los agresores para su identificación.
Y dentro del propio partido, los seguidores de Bullrich le facturaron su condición de recién llegado a este tipo de movilizaciones. "Participamos de este tipo de marchas desde 2008. Siempre las acompañamos. Patricia está desde el comienzo. No como algunos, que se montaron recién ahora. Siempre decían que no había que participar y ahora van", le marcaron a Larreta, al que ven sobreactuando una posición por la preocupación de que Bullrich le gane la interna.
Incluso, destacaron que era siempre contrario a participar. "En los chats siempre te pedían que no vayan o directamente se los prohibían, como hicieron con los empleados de la Ciudad muchas veces", lanzaron desde el sector que conduce la presidenta del PRO. Y, de paso, aclararon: "El sábado no fueron a la marcha propiamente dicha. Apenas vieron un tractor, se sacaron una foto y nada más". Nada será fácil para el jefe de gobierno porteño de aquí al 2023.