El gobierno nacional dispuso este ayer la conciliación obligatoria con el objetivo de frenar el paro que había sido dispuesto por la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Sin embargo, la delegación local ya adelantó que no acatará la resolución. Así las cosas, el paro comenzará desde el primer minuto de hoy y se extenderá por 48 horas. La medida de fuerza es por el reclamo para que los choferes del interior perciban el mismo incremento salarial que les otorgan a los choferes del Área Metropolitana de Buenos Aires. En este marco, hoy también habrá una concentración de los trabajadores del sector frente a la Sede de Gobernación. Desde el sindicato afirmaron además que las autoridades del Comité Federal del Transporte (CFT) “se han desentendido, sin asumir su rol” ante los reclamos.

"La asamblea de este lunes era a fines de determinar los detalles de la movilización para expresar nuestro descontento por la no firma de la paritaria. La medida de fuerza está dispuesta por 48 horas y la vamos a llevar adelante. Está confirmado", anunció en conferencia de prensa Sergio Copello, Secretario general del gremio.

Y agregó: "Lo que estamos pidiendo es la equiparación con los compañeros de Capital Federal y AMBA. Eso se resolvió con un sueldo conformado que se debe replicar en las distintas escalas salariales. Hay que seguir negociando para encontrar un acuerdo que sea federal de verdad y que no se declame únicamente en los escenarios políticos".

Cabe señalar que en Rosario, la medida de fuerza afectará a todas las líneas del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP). También impactará en los servicios que conectan la ciudad con el área metropolitana por lo que tampoco habrá colectivos que lleguen a la ciudad desde las localidades aledañas.

Más temprano, consultado por Radio Dos el ministro de Trabajo de la provincia, Juan Manuel Pusineri, anticipó que trabajaban junto con Nación para destrabar el conflicto. Sin embargo, las negociaciones no dieron resultado y la medida de fuerza se confirmó a pesar de la conciliación obligatoria. En un intento por frenar la huelga, la resolución fue firmada por la directora nacional de Relaciones y Regulación del Trabajo, Gabriela Marcello, del Ministerio de Trabajo de la Nación. En el texto se establecía un plazo de 10 días para que las partes en conflicto: el gremio de UTA y la Federación de empresarios del transporte, se sienten a dialogar y encuentran una salida a la disputa salarial.

 

 

 

El sindicato afirma que las autoridades del Comité Federal del Transporte (CFT) “se han desentendido, sin asumir su rol” ante los reclamos de “igual remuneración por igual trabajo”. La medida anunciada por la UTA era como respuesta a esta situación.

La UTA Rosario dio a conocer su adhesión al corte de crédito laboral a través de un comunicado del gremio firmado por el propio secretario general del gremio, donde advierten que han “agotado todas las gestiones necesarias a fin de lograr el aumento salarial de los trabajadores del transporte de pasajeros del interior del país”. A su vez, acusa a los gobiernos provinciales de haber “abandonado todos los ámbitos de negociación paritaria” y de desconocer las reiteradas invitaciones a participar “de la discusión salarial”. “Les responsabilizamos de todas las consecuencias derivadas de las medidas de acción gremial a disponerse”.