Un criminólogo testificó ayer el juicio que se sigue por el homicidio de Cristian Gallardo que encontró manchas de sangre y un caño de PVC envuelto en cinta plástica en la caja del móvil policial que se usó para encerrar y trasladar al joven el día que fue detenido, cuando terminó muerto. Algunos integrantes de la Policía de Salta usan caños de PVC como tonfa o cachiporra, lo que da la idea de que pudo haber sido utilizado para agredir al joven. A este testimonio se sumó el de una médica legal de la Policía que detalló que tres de los efectivos implicados tenían lesiones en sus manos, provocadas por "haber golpeado" o "haberse golpeado".
El lincenciado en Criminalística Héctor Barboza se desempeña en el Cuerpo de Investigaciones Fiscales. Como tal el 26 de agosto de 2019 le tocó hacer la inspección ocular en la comisaría del barrio Democracia, a donde había sido conducido Gallardo tras ser detenido ese amanecer, y donde al parecer falleció.
El especialista relató que llegó a las 9.10 aproximadamente. Mientras se proyectaban fotografías de su inspección detalló que el cuerpo de Cristian Gallardo yacía sin vida boca arriba, desde el cuello a los pies estaba sobre un piso de cemento, mientras que la cabeza estaba apoyada sobre el suelo de tierra. En las imágenes se pudo ver que el cuerpo estaba fuera del edificio de la comisaría, como en un fondo rodeado por la pared medianera,que tenía un portón grande de gris de ingreso.
Barboza indicó que el móvil policial que estaba frente de donde yacía el cuerpo era de cabina simple, con caja mecánica cerrada, que en la parte superior tenía un ventiluz enrejado. En el fondo del móvil, y a la derecha, encontró manchas de sangre, gotas, que consideró "de interés criminalístico"; de hecho, la bioquímica que declaró después, Alejandra Guinudinik, del Servicio de Biología Molecular Forense del CIF, confirmó que era compatible con el perfil genético de Gallardo. En el mismo lugar también halló una pieza dental, y la tuerca o seguro de un arito.
El perito también encontró otra mancha de sangre que a su criterio "era de contacto y de desplazamiento hacia abajo". La muestra fue tomada con hisopos y estaba en la parte de la puerta del móvil. Respecto a esta mancha, Guinudinik dijo que no pudieron determinar el perfil genético porque la cantidad de la muestra era muy poca. La bioquímica detalló que se usó el hisopado bucal de Gallardo para comparar con las muestras de sangre.
Barboza también halló en el medio del móvil, "un botón" y enfatizó que le llamó la atención porque antes había visto que el pantalón corto de jean de Gallardo estaba sin el botón. El otro hallazgo importante fue un "palo de PVC", un caño hueco envuelto en cinta de plástico que estaba arriba de una banca. En otra parte del móvil, en el lado izquierdo, encontró fragmentos de plástico y dijo que le pareció que formaba parte del mismo "bastón", por esta razón lo incautó.
El policía Carlos Gustavo Henriquez del Gap, que el 26 de agosto esperaba la devolución del móvil 1851 en el que sus cuatro colegas detuvieron a Gallardo, se refirió la semana pasada al uso de caños de PVC como tonfas o cachiporras. Dijo que su utilización no está reglamentada, pero que suelen usarse. Ante la pregunta del fiscal Leandro Flores respecto a si el personal utilizaba los caños de PVC como tonfas, dijo "he visto móviles en que había ese tipo de elementos" pero sostuvo que "en este móvil no había". También dijo que desde la institución policial "está autorizado que cada personal policial adquiera por sí mismo (...) las llamadas tonfas, depende de cada personal si tiene el dinero para comprarla".
En la cabina del móvil, el perito dijo que había un arma larga y no vio otros elementos de interés criminalístico en este lugar.
También detalló que al lado del cuerpo de la víctima había hojas de coca. El joven tenía una remera morada manga corta con cuello redondo que estaba levantada hasta el pecho; llevaba una campera azul descosida, el brazo izquierdo tenía una manga subida (una forense detalló que el brazo de Gallardo presentaba una herida cortante), y además tenía una bufanda.
Barboza también inspeccionó la casa en la que fue detenido Gallardo, dijo que el seguro de la puerta era un pasador gastado, "para ingresar no era más que empujar y se podía ingresar a la vivienda", dijo. Señaló que vio una parte del revoque desprendido de forma "reciente" porque había polvillo en el piso.
La médica legal de la Policía, Elizabeth Miriam Cardozo, que el mismo 26 de agosto al mediodía revisó a los cuatro policías que intervinieron en la detención de Gallardo y se encuentran imputados por homicidio culposo y vejaciones, detalló que tres tenían lesiones recientes en las manos, provocadas por haberse golpeado o golpear sobre una superficie dura.
Ricardo López tenía una leve inflamación en los nudillos de ambas manos y en la región palmar y en la muñeca derecha e izquierda, reciente y compatible con haberse golpeado o haber golpeado contra una superficie dura o contundente.
Jorge Olea presentaba escoriación en "la region lateral interna del tercer dígito de la mano". Además el policía refirió sentir dolor en "el tercer digito de la mano" y en el hombro izquierdo. Tenía lesión primaria, "escoriación por arrastre, caída sobre superficie rugosa".
Ricardo Llaves tenía una escoriación leve en el segundo dígito de mano izquierda, otra escoriación con equimosis en la región lateral externa del codo izquierdo, otra en la región anterior de la rodilla izquierda. También consignó que el policía decía sentir dolor en el codo y en ambos hombros, aunque aclaró que eran de vieja data.
La médica dijo que el el cuarto policía al que revisó, Lucas Ozuna, no tenía lesiones.
Un testigo que no aparece
El lunes se esperaba que declare un testigo considerado clave para la causa, pero no lo hizo porque había sido detenido justo la noche anterior en la comisaría de Democracia, la misma dependencia policial implicada en la muerte de Gallardo.
La hermana de la víctima, Mariel Gallardo, contó que al enterarse de esa detención fue a la comisaría y escuchó gritos de este joven desde el interior de la dependencia, para confirmar que se trataba de él lo llamó a los gritos por su sobrenombre y él le respondió que estaba siendo golpeado.
Desde el Comité Provincial de Prevención de la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles dijeron a Salta/12 que se comunicaron con la comisaría el viernes último y les informaron que el joven había sido detenido por una denuncia por amenazas y había sido liberado 6 horas después. En la audiencia de este lunes, el presidente del Tribunal de Juicio, Roberto Faustino Lezcano, volvió a consultar por este testigo, y el fiscal Flores refirió que le informaron que "está en situación de calle", por lo que pidió autorización para comisionar policías y que sea llevado a declarar por la fuerza pública.
La hermana de este testigo, Norma G., testificó en este juicio que el día en que los policías detuvieron a Gallardo, amenazaron a J.G. diciéndole "a vos ya te vamos a agarrar".
Pese a lo señalado tanto por la hermana del testigo como por la hermana de Cristian Gallardo, no se sabe que se haya tomado alguna medida de resguardo para el testigo.
La audiencia de debate se desarrolla con tribunal colegiado presidido integrado también por el juez Maximiliano Troyano y por la jueza Norma Beatriz Vera. La familia de la víctima participa como querellante con la representación de los abogados Josué Díaz Cueto y Martín Plaza.
En el juicio los policías Llaves y Elio Maximiliano Moya (imputado por falsedad ideológica y encubrimiento agravado) cuentan con la defensa del abogado Marcelo Arancibia y de su hijo de idéntico nombre. Mientras que Olea, López y Ozuna están representados por Ariel Vásquez. El civil Ángel Ismael Lozano, acusado por falso testimonio y encubrimiento, cuenta con la defensa de Pablo Adrián Solano.