El gobierno de Donald Trump lanzó un nuevo formulario para quienes quieran tramitar la visa para ingresar en Estados Unidos: ahora los solicitantes deberán suministrar sus identidades en las redes sociales de los últimos cinco años. Además, los representantes consulares podrán pedir información como los números de pasaportes viejos, números de teléfono, direcciones de correo electrónico e información personal de hasta 15 años atrás. Los funcionarios solicitarán los datos adicionales cuando consideren que “esa información es necesaria para confirmar la identidad o para conducir investigaciones más rigurosas de seguridad nacional”, precisó un funcionario del Departamento de Estado. Si bien el hecho de responder las preguntas es voluntario, las autoridades estadounidenses remarcaron que quienes decidan no completarlas pueden sufrir demoras en el trámite o hallar denegada la solicitud. La opinión de los expertos acerca de lo que estos nuevos requisitos representan en términos de privacidad no es unánime.
Las nuevas preguntas fueron aprobadas por la Oficina de Administración y Presupuesto norteamericana el 23 de mayo, como parte de un plan para intensificar la investigación sobre quienes quieran viajar a ese país. La aprobación fue otorgada con carácter de emergencia durante seis meses, en lugar de los tres años estipulados habitualmente.
Durante la etapa de audiencia pública, la propuesta recibió críticas de académicos y funcionarios del área de educación que señalaron que el cuestionario producirá retrasos y desalentará a estudiantes y científicos internacionales que quieran visitar el país.
La organización Human Rights Watch criticó la novedad. Recolectar datos de los últimos 15 años de las persona sería “potencialmente imposible de cumplir”, señaló la ONG, que también advirtió que “incluso una Investigación de Antecedentes de Alcance Único se remonta a sólo 10 años para información sobre finanzas, educación y actividades profesionales”. Además, planteó que “es dudoso que una persona que promueva el terrorismo en línea revele información sobre esto en su perfil de sus redes sociales”.
En el ámbito local, la presidenta de la Fundación Vía Libre, Beatriz Busaniche, dijo a PáginaI12 que la medida es “abusiva, fuertemente invasiva de la privacidad, y no sirve para nada porque la amenaza que busca contener está adentro de los países que son víctimas del terrorismo”. Además, señaló que “los servicios de inteligencia tienen acceso a hacer seguimientos y de hecho lo hacen, de manera que esto parece más una muestra de poderío sobre los ciudadanos que algo efectivo para combatir el terrorismo”.
Busaniche remarcó que “es irrespetuoso y contrario a los derechos humanos, ya que el derecho a la privacidad esta contemplado en los pactos internacionales de derechos humanos que resguardan esa intimidad. No importa la forma de expresión que tenga esa intimidad: carta, correo electrónico, redes sociales”.
“Estamos en un momento en que la explotación de la vida íntima de las personas es el insumo principal, por un lado, para los negocios de las empresas y, por otro, para los gobiernos para hacer prospectiva electoral y ejercer el control. Además, hay una desvalorización pública del derecho a la intimidad”, sostuvo.
Según Busaniche, no hay forma de proteger desde lo jurídico los avances contra la intimidad como los que plantea el nuevo formulario de la administración Trump, pero si es posible desarrollar estrategias individuales. “Cifrar el celular, no llevar archivos que uno quiera resguardar cuando uno viaja a ese tipo de países y accederlos vía remota y publicar en las redes aquello que no te importa. No la fe, los datos familiares, la filiación sindical, etc”, explicó Busaniche.
En cambio, el especialista en derecho informático Martín Leguizamón dijo a este diario que “a menos que accedan a los contenidos que no son públicos de las redes no parece que sea una violación a la privacidad. Creo que es parte del ciberpatrullaje constante que hay en las redes sociales, es un Gran Hermano, y nos están controlando todo el tiempo. Están planteando lo que todo los gobiernos hacen ante el temor de ataques de violencia”, sostuvo y remarcó que “Facebook y Google violan la privacidad todo los días y nadie ese escandaliza”.