En Europa continúa la preocupación por el aumento de casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido: según informó este martes el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), ya se detectaron 190 casos, se registró una muerte y se produjeron cerca de una veintena de trasplantes de hígado. El organismo no dio precisiones sobre el país ni la edad del niño fallecido.
En Reino Unido, donde se dio la alerta el pasado 5 de abril, se contabilizaron más de un centenar de casos, mientras que otros cuarenta fueron registrados en diez países de la Unión Europea (UE) y del Espacio Económico Europeo (EEE), entre ellos España e Italia. También se detectaron contagios en Estados Unidos e Israel.
"Hay investigaciones en marcha en todos los países que han confirmado casos, pero por el momento la causa de esta hepatitis todavía es desconocida", explicó en una conferencia de prensa Andrea Ammon, directora del ECDC, organismo de referencia para infecciones de la Unión Europea (UE).
Por ahora, las pesquisas de estos casos apuntan a un "vínculo" con una infección causada por un adenovirus, mientras se han excluido hepatitis viral de los tipos A, B, C, D y E.
A fines de la semana pasada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró inquietud por el hecho de que un adenovirus, normalmente asociado a dolencias respiratorias leves, pueda estar causando inflamaciones hepáticas agudas.
"Es difícil hacer una evaluación de riesgo con tantos factores desconocidos, pero el impacto es alto", alertó en ese sentido Ammon, quien aseguró que "hasta el momento no se ha detectado ninguna conexión entre los casos ni ninguna asociación con viajes".
Según anticipó en la conferencia de prensa, el ECDC seguirá monitorizando los casos y colaborando con las autoridades sanitarias de los respectivos países y este jueves difundirá un nuevo análisis sobre la enfermedad, que entre sus principales síntomas incluye dolores abdominales, diarrea o vómitos.
Descartan con la vacuna contra la covid
Mientras crece la incertidumbre por este aumento de casos, el Instituto Superior de Sanidad Italiano (ISS) afirmó este martes que "no hay pruebas" de que exista una relación entre la hepatitis infantil aguda y la vacuna contra el coronavirus.
"Por el momento no hay pruebas que sugieran una conexión entre la enfermedad y la vacunación, y de hecho varias consideraciones llevarían a excluirla", definió el ISS en un comunicado.
De acuerdo con las investigaciones realizadas por el organismo, en la mayoría de los casos detectados "los niños afectados no habían sido vacunados". Además, "la hipótesis, planteada por algunos investigadores, de que es un adenovirus el que causa la hepatitis es en sí misma improbable, ya que este tipo de virus no suele estar asociado a la enfermedad hepática", planteó el ISS.
"En cualquier caso, el adenovirus contenido en las vacunas de vectores adenovirales contra el Sars-Cov-2 que se utilizan en algunos países (en Italia AstraZeneca y Janssen) está modificado genéticamente para que no se replique en las células de nuestro cuerpo", agregó el organismo, al tiempo que señaló que de acuerdo a los datos recabados hasta el momento "la recombinación entre el adenovirus circulante y la cepa de la vacuna no parece ser biológicamente posible".
En Italia, hasta el 20 de abril se habían registrado 4 casos de hepatitis infantil. "Cada año en Italia, como en otros países, se produce un cierto número de hepatitis de causa desconocida y se están realizando análisis para determinar si realmente" se está produciendo ahora un incremento mayor de lo normal, concluyó el organismo en su informe.