Después de tanto tiempo subjetivo y objetivo nos vamos reencontrando.

Nos vamos reencontrando en los abrazos, en las charlas, en los afectos que parecían clausurados por la pandemia.

Los reencuentros cara a cara y las miradas necesarias que siempre nos alientan a persistir en la lucha, en las búsquedas.

El sábado pasado, acompañado por mi amada mujer y compañera de la vida y rodeado de amigas, amigos, compañeras y compañeros de lucha pusimos en común el folleto/libro Letras urgentes más palabras prófugas en la Biblioteca y Archivo Alberto Ghiraldo de Rosario, Región Argentina.

Compartir música revulsiva de tango contemporáneo, compartir lecturas, reflexiones, compartir esos trozos de la vida, los instantes efímeros pero que dejan marcas es una manera de ir reencontrándonos.

Haciendo presentes a las y los ausentes que nunca claudicaron.

Mario Benedetti escribió hace varios años que la soledad puede ser una llama pero sabemos que la tarea impostergable es unir nuestras soledades para que la vida tenga sentido y la flama sea incombustible.

Nos quieren aislados, tristes, egocéntricos.

Nada de eso.

Toda vida verdadera es encuentro.

Nos vamos reencontrando a pesar de y porque.

El deseo emancipatorio y la pasión revolucionaria, antídotos contra la resignación y la indolencia.

Tiempos sombríos, tiempos de resistencia solidaria.

Carlos A. Solero