El flamante entrenador del seleccionado argentino de fútbol, Jorge Sampaoli, su cuerpo técnico y seis futbolistas viajaron ayer a Australia, donde el equipo nacional iniciará su gira el 9 de junio, con un clásico amistoso ante Brasil, en la ciudad de Melbourne, y que concluirá cuatro días más tarde con un partido en Singapur, ante el combinado local. Sampaoli encabezó la delegación que partió a las 7.30 desde el aeropuerto de Ezeiza, y que incluyó a los futbolistas Gabriel Mercado (Sevilla, España), Leandro Paredes (Roma, Italia), Nicolás Otamendi (Manchester City, Inglaterra), Emanuel Mammana (Olympique de Lyon, Francia), Lucas Biglia (Lazio, Italia), y Guido Rodríguez (Tijuana, México).

El entrenador nacido en Casilda hace 57 años llegó vestido con la ropa deportiva oficial del seleccionado argentino al aeropuerto, escoltado por la Policía Aeronáutica y no efectuó declaraciones a la prensa.

Sampaoli dirigió en la Argentina a Alumni de Casilda, Belgrano de Arequito y a Argentino de Rosario, y en el exterior a Juan Aurich, Sport Boys, Coronel Bolognesi y Sporting Cristal, todos de Perú, Emelec de Ecuador y O’Higgins, Universidad de Chile y hasta el domingo pasado el Sevilla, de España.

Como director técnico del seleccionado de Chile obtuvo la Copa América 2015 en la final jugada en Santiago, ante la Argentina, que terminó igualada y se definió con remates desde el punto de penal.

En cuanto a la actividad del seleccionado, los próximos futbolistas en unirse al plantel serán Paulo Dybala y Gonzalo Higuaín, luego de jugar hoy la final de la Champions para la Juventus frente al Real Madrid, y la semana próxima se unirá al resto de los convocados.

El técnico había destacado el jueves último, cuando fue presentado, el “entusiasmo” de los jugadores, pero especialmente el de Lionel Messi, por el comienzo del nuevo proyecto. “Hablé con él  y me mostró su entusiasmo por el proyecto, algo que nos dio un gran empuje a nosotros y nos da una enorme felicidad”, se ilusionó. “Queremos que al país llegue ‘Lío” y no ‘Messi’. Que sea feliz cada vez que venga”, anheló.

Messi renunció el año pasado al seleccionado luego de la final perdida en la Copa América Centenario y, si bien dio marcha atrás con su decisión, se encargó de dar la cara cuando el plantel decidió cortar el diálogo con la prensa por acusaciones extra deportivas hacia  Ezequiel Lavezzi en la previa al duelo con Colombia, por las Eliminatorias.