Marcelo Giudici, de 61 años, era un querido y reconocido estilista de Rosario, transformista y activista LGBTIQ+. El 4 de julio de 2019 fue asesinado dentro de su peluquería, una casona de San Juan y Laprida, donde también vivía. Desde ayer, el tribunal integrado por Carlos Leiva, Román Lanzón y María Trinidad Chiabrera juzga a Jonathan David Melian, de 31 años, por el crimen. El fiscal Gastón Ávila pidió pena de prisión perpetua para el acusado, y encuadró el hecho bajo la figura de homicidio calificado por alevosía y por haber sido cometido para facilitar o consumar otro delito (en este caso, robo), y lograr su impunidad, en concurso real con el delito de robo.
"A todas las personas que se cruzaron en mi vida y respetaron mi elección, gracias", fue el último posteo que hizo Giudici -con un fondo de arcoíris- en la red social Facebook, el 28 de junio de 2019, Día del Orgullo. Cinco días después, su cuerpo fue encontrado con signos de estrangulamiento en un escenario de violencia extrema y cosas revueltas, dentro de su salón-peluquería de San Juan 805.
Según la teoría del caso que llevó a juicio el fiscal, Melian y Giudici se conocían. Por ese motivo las puertas no estaban forzadas: "El acusado llegó hasta allí en la moto que usaba para cartonear. Entró al lugar alrededor de las 21 de aquella noche, con consentimiento de la víctima", dijo el fiscal. El relato de Ávila en los alegatos de apertura del debate oral y público indica que "allí aprovechó un encuentro íntimo para golpearlo en la cabeza con un objeto contundente, atarlo con cables de pies y manos, y una vez indefenso, el imputado lo estranguló con un lazo". Para el fiscal, "ese homicidio tuvo como objetivos facilitar y posibilitar la consumación del robo de numerosos objetos de valor, y procurarse la impunidad, ya que (Melian) era conocido por la víctima". Tras ello, se apoderó de una serie de elementos como electrodomésticos, ropa, calzado, herramientas de trabajo del estilista y su celular.
La acusación indica que Melian salió de la casa y cargó lo robado en el carro de su moto, que estaba estacionada frente a la vivienda, para luego darse a la fuga. Tres semanas después se logró su detención, el 26 de julio, en el marco de un allanamiento realizado en calle Bordabehere al 5100.
Marcelo era dueño de la peluquería y también daba cursos de estilismo. Su actividad en el rubro comenzó en 1982. Además, era reconocido por su militancia por los derechos del colectivo de la diversidad sexual, y por su actividad artística como transformista, con su popular personaje de La Faraona.
Tras su homicidio, fue encontrado por un joven de su círculo íntimo. Las medidas investigativas llevaron a diferentes testimonios que permitieron avanzar hacia el acusado, así como imágenes de cámaras de seguridad de la zona y otros elementos que ahora deberán ser analizados por el tribunal de juicio. Incluso, el acusado que solía pasar con su carro por la zona al menos dos veces por semana, fue reconocido en rueda de personas. También se indicó que tras el hecho no volvió a transitar el lugar.
Por su parte, el abogado defensor solicitó al tribunal que el crimen sea encuadrado en la figura penal del homicidio en ocasión de robo, delito que prevé una una pena en expectativa de entre 10 y 25 años de prisión.