El paro de transporte lanzado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en corta y media distancia se levantó ayer en Rosario en horas del mediodía, tras la notificación de la conciliación obligatoria, pero los colectivos recién comenzaron a verse en el centro de la ciudad recién a mitad de la tarde. Se espera que mañana, en una reunión nacional, se destrabe el conflicto salarial en la paritaria y como dijo Sergio Copello, secretario general del gremio, "no se permitirá que haya en el país trabajadores de primera y de segunda".
El gremio de choferes había organizado un gran acto en la plaza San Martín, frente a la delegación local de Gobernación, para pedir que los choferes del interior del país tengan las mismas condiciones salariales que sus compañeros del área metropolitana de Rosario. "Tenemos esperanza de que el jueves se pueda hacer una reunión para ir destrabando esta situación, con sumas para ir cerrando la paritaria en tramos por la inflación que tenemos. En ese encuentro estarán funcionarios de Trabajo, compañeros del Consejo Directivo Nacional y delegados de UTA de todo el país", dijo Copello.
Unos minutos antes de conocerse el acatamiento de la conciliación obligatoria, el dirigente de la UTA rosarina advirtió que la masiva concentración de choferes en el Paseo del Siglo demostraba "el descontento de los colectiveros" y la decisión "en todo el país de no permitir que haya trabajadores de primera y de segunda".
Micrófono en mano, Copello afirmó: “El incremento salarial se lo pedimos a los empresarios. No somos gestionadores de subsidios. Si los aportes nacionales y provinciales no alcanzan, también serán oídos nuestros reclamos. Pero no vamos a permitir que para nuestros compañeros de Buenos Aires se hagan acuerdos con sumas no remunerativas y con porcentajes para lograr un sueldo que medianamente nos permita vivir y a nosotros no nos incluyan, y pelearle a la inflación, eso que nos corroe todos los días. Nuestros salarios apenas alcanzan para vivir. Desde enero estamos planteando esto y desde enero no nos escuchan”.
Por su parte Osvaldo Miatello, secretario de Transporte de Santa Fe, defendió el reclamo de los choferes de transporte del interior del país, quienes piden una equiparación en sus salarios con los de el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba). Sin embargo, reconoció que la negociación está trabada por la diferencia en los subsidios que existe entre la capital y el resto del territorio.
El funcionario advirtió que “están lejos las partes”, sindicato y empresarios, de llegar a un acuerdo salarial “porque tiene que ver con cómo se financia hoy el transporte”. “El pedido de aumento de los trabajadores es razonable, tiene que ver con el proceso inflacionario, no lo cuestiono. El tema es que los empresarios dicen que no pueden pagarlo si no hay aumento o de tarifas o de subsidios. Entonces, estamos en una discusión complicada, porque en tarifas tenemos una asimetría muy grande con el Amba que se hace intolerable: el nivel de subsidios que tienen hacen que la tarifa allá pueda estar a 18 pesos, y nosotros en el interior la tenemos a 60, 70 o 80 pesos, entonces no se puede seguir aumentando la tarifa”, explicó Miatello.
Asimismo, el secretario de Transporte insistió con la diferencia en el dinero del Estado que recibe el sistema en el Gran Buenos Aires en comparación al resto del país. “Un colectivo en Buenos Aires recibe cuatro veces más de subsidios que un colectivo del interior, y esa disparidad hace muy difícil que podamos discutir en serio el problema salarial. Los trabajadores plantean con criterio que igual tarea igual remuneración, así que quieren ganar lo mismo que los choferes de Buenos Aires, y está bien, el problema es que los subsidios no son lo mismo. Se produce un tema muy difícil de resolver”, detalló Miatello.