El viernes 15 de abril, día en el que fue asesinada por su ex pareja, Javier Broy, Pamela Gorosito había totalizado siete denuncias contra su agresor. La última la había realizado ese mismo día en la comisaría de Yuto, poco antes de que el hombre consumara el ataque que le puso fin a su vida y a la de su hemana, Ramona Gorosito.
A pesar del reiterado pedido de ayuda, el sistema jujeño no se activó para proteger a Pamela y su familia. Eso es lo que se resaltó ayer en la marcha de los martes que realizan Madres y Padres del Dolor, que esta vez contó con la participación de Graciela Segundo, madre de Pamela y Ramona, ella misma agredida por Broy.
Graciela contó que su hija había realizado seis denuncias por violencia y la última el mismo viernes de la tragedia. "Mis hijas estaban haciendo la denuncia y me llamaban para preguntar si ahí estaba –el femicida-, y yo decía 'sí, acá esta'. Él andaba armado con machete, cuchillo, andaba loco”, recordó de esa noche cuando Javier Broy asediaba la casa donde se encontraba Pamela, en la localidad de Yuto, a casi 157 kilómetros de la capital de Jujuy.
Graciela aseguró que el Estado estuvo ausente para Pamela, “nunca llegó la policía, siempre decían ¿ya lo vamos a ir a buscar' cuando le pegaba a mi hija”. “Cuando una mujer pide auxilio es porque realmente está en peligro, vayan", recomendó. "El tipo estaba armado, en vez de decir vamos a ver al agresor, si la Justicia hubiera acompañado como debía ser, mi hija hubiera estado bien”, sentenció Graciela.
“Pido justicia porque él le hizo mucho daño a sus propios hijos, los dejó sin madre, no tiene perdón de Dios. Nunca lo voy a perdonar, hasta el día que yo me muera no le voy a perdonar lo que hizo. El dejó a cinco chicos sin su mamá. La mató a la madre de sus hijos, la mató a la madre de sus sobrinos, no tuvo piedad", exigió. "A mí me quiso matar, también me apuntó con el arma, me dijo a usted también la voy a matar y yo me defendí. Él sabe que yo me defendí porque si no me iba a matar”, recordó.
Graciela también destacó que en ningún momento tuvo comunicación con funcionarios de Yuto, que nadie le acercó información sobre la búsqueda del femicida ese viernes. “Me dijeron estaba activada la búsqueda, pero no veíamos nada”, recalcó.
Y volvió a insistir en que ese viernes habían avisado que el agresor rondaba la vivienda de Pamela y su familia. "Nosotros ya habíamos avisado, yo llamé de mi teléfono". Luego, ya cometidos los asesinatos de Pamela y Ramona, "él se llevó mi teléfono. Y me dijo: 'usted no va a llamar a nadie y vaya a ver como las dejé a sus hijas'. ¿Cómo puede ser? Le había escrito una carta a mi hija diciendo que la amaba, que la quería, que era su familia. Por qué le hizo esto a la mujer que amaba, por qué no la dejó tranquila, vivir para sus hijos. Lo único que quiero es que se quedé ahí donde está”, enfatizó Graciela.
Agregó que tampoco quiere saber más de la familia de Broy. “No quiero saber nada con esa familia, no quiero que se acerquen a mis nietos. Ellos le han hecho mucho daño a mi hija. Ellos sabían como la trataba a mi hija. Nunca le dijeron nada”, afirmó. Tras cometer los femicidios y atacar a su ex suegra, Javier Broy huyó y estuvo en calidad de prófugo durante seis días. Fue detenido por la Policía de Salta en Apolinario Saravia, por el aviso de familiares del femicida.
Los asesinatos de las dos hermanas provocaron conmoción en Yuto y en la provincia en general, y tras marchas en Yuto y en Libertador General San Martín, familiares, colectivos de mujeres, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales, políticas y gremiales marcharon ayer en San Salvador de Jujuy reclamando justicia por estos crímenes.
En la marcha resaltaron las altas tasas de femicidio que tiene Jujuy, de hecho, en lo que va de este año ya son cuatro las mujeres asesinadas. Además, solicitaron que los crímenes Pamela y Ramona sean caratulados como femicidios, es que la acusación contra Broy es por femicidio en el caso de Pamela, pero considera que el asesinato de Ramona no tiene que ver con su género.
El cuidado de los nietos
Cuando llegó a la plaza Belgrano, donde se concentraron las personas que iban a marchar, Graciela Segundo se describió “calmada": "Por mis cinco nietos que han quedado sin su mamá, me siento cuidada por mi hermana, mi familia, mi marido y trato de estar tranquila”, expresó. En su cara aún se se ven los rastros del golpe que le dio el asesino de sus hijas, luego de que no pudiera dispararle porque estaba descargada la escopeta que portaba, con la que había atacado a las hermanas.
"Estoy de pie por ellos, buscando papeles para poder hacerme cargo de ellos y de mis otros nietos que están en Salta”, aseguró Graciela respecto a la tenencia de sus nietos. Pamela tenía dos hijos de 6 y 3 años, y Ramona tres.
En cuanto a contención psicológica, Graciela dijo que no recibió ayuda del Consejo de la Mujer, que solo su familia la sostiene y que los niños recibieron atención unos días, también dijo que recibió “una camita porque yo lo había pedido, porque ellos estaban incómodos en la casa de un tío”.
Contó que los niños saben lo que sucedió esa noche. “La nena de 6 años vio todo, ella vió desde el primer momento. El más chiquito llora, llora, ayer me comentó mi nuera que dijo: 'mi mamá ya no está, se ha ido lejos'". Graciela dijo que los niños tienen crisis nerviosas. “Mi nieta me abraza, ella me cuenta lo que pasó, no le preguntamos pero ella cuenta lo que pasó. La abracé le dije que no hablemos de ese tema”, relató.
Solidaridad en el dolor
En tanto que Mónica Cunchila, mamá de Iara Rueda, también víctima de femicidio, profundizó sus críticas al estado provincial, “hoy (Graciela Segundo) está un poquito más fuerte y la entiendo, ella perdió a sus dos hijas y no es fácil. Estamos ayudando y hay cosas que ella no sabe y ahora charlando se da cuenta de las falencias por parte del estado. Vamos a ayudarla”.
“Esto se podría haber evitado sí la hubieran escuchado a tiempo, siete denuncias y no hubo nadie. El Consejo de la Mujer ausente, para Pascuas más bien estaban entregando huevitos de pascuas en vez de estar pidiendo informes a cada localidad para saber que está pasando con los casos de violencia de género”, acusó.
También pidió la renuncia de la titular del Consejo de la Mujer, Alejandra Martínez. “Esa señora se debería ir, el día que ella me respondió: 'señora, el gobernador tiene cosas muchos más importantes', ese día se tendría que haber ido, ella nunca estuvo con el caso de Iara, ni con los otros casos, está ausente. No está a la altura de lo que tiene que hacer. Esto no es que te lastiman, te matan, no volvés. Siguen matando mujeres en todas las localidades y ella tiene que estar ahí, tiene la responsabilidad de que estos casos se eviten”.