Samsung vendió un 71,8 millones de smartphones en el tercer trimestre de 2016, lo que supone un descenso del 14,2 por ciento en comparación con el mismo período de 2016, según los datos de la consultora Gartner, que atribuye el descenso a los problemas con la batería experimentados por el Galaxy Note 7. La caída supone el peor rendimiento interanual en la historia de Samsung. “La decisión de retirar el Galaxy Note 7 fue correcta, pero el daño a la marca Samsung dificultará que la compañía aumente sus ventas de teléfonos inteligentes en el corto plazo”, comentó al respecto el director de análisis de Gartner, Anshul Gupta, que añade que “es crucial” para la compañía que el lanzamiento del Galaxy S8 sea “exitoso” para recuperar la confianza de los clientes.