Las autoridades de Shanghai, la ciudad más grande y capital económica de China, anunciaron este miércoles que iniciarán en los próximos días una ronda de testeos masivos para determinar qué barrios podrían levantar gradualmente el confinamiento impuesto desde principios de mes, una iniciativa seguida de cerca por los residentes de Beijing, que temen un cierre total ante un rebrote de casos de covid-19.
Según el informe oficial, este miércoles fueron reportados 14.222 nuevos casos de coronavirus -en su gran mayoría asintomáticos- y 48 muertos en el país, que lucha contra el mayor brote registrado desde el inicio de la pandemia.
Uno de los principales focos afecta a Shanghai, donde el subjefe del comité de salud local, Zhao Dandan, informó que la ciudad realizará una nueva ronda de pruebas masivas a sus habitantes para determinar los distritos con menor riesgo epidemiológico.
En consecuencia, las áreas que sean declaradas "covid social cero" -donde solo haya nuevos contagios en personas bajo vigilancia de las autoridades o de contactos estrechos- podrían experimentar un levantamiento gradual de las restricciones.
El impacto de la nueva ola de covid-19
El cierre total de Shanghai se encuentra vigente desde hace casi un mes y supuso la cuarentena de sus más de 26 millones de residentes. Si bien la semana pasada las autoridades municipales decidieron cierta relajación en el confinamiento domiciliario, los habitantes no pueden moverse de su barrio.
Estas medidas impactaron también en el flujo de productos industriales, que se vio interrumpido por la suspensión del acceso a la ciudad, sede del puerto más activo del mundo, y otras urbes industriales, como Changchun y Jilin, situadas en el noreste del país.
En tanto, Beijing continúa realizando test masivos a millones de sus residentes, tras detectarse nuevos contagios durante el fin de semana. Según los datos oficiales, la ciudad registró 34 nuevos casos este miércoles, tres de los cuales fueron asintomáticos.
El temor a un confinamiento en Beijing
Ante el temor de la imposición de un cierre total, los residentes comenzaron a almacenar alimentos y suministros para evitar lo vivido por la población de Shanghai, que tuvo problemas para tener un aprovisionamiento continuo y confiable de víveres durante el confinamiento.
Aunque las autoridades locales garantizaron que asegurarían el abastecimiento de los comercios, la demanda se ha disparado y los habitantes comparten listas online de lo que deben almacenar.
El diario Beijing Daily News publicó que las granjas de las afueras de la capital registraron aproximadamente un 20 por ciento de aumento en el número de pedidos con respecto al año pasado, por la demanda desatada a raíz del rebrote, aunque algunos proveedores dijeron que el incremento era aún mayor.
No obstante, aún se desconoce si las autoridades locales impondrán un confinamiento en la capital. De momento solo fueron cerradas las áreas específicas donde se encontraron casos positivos.