Los movimientos feministas han enseñado a la sociedad la importancia de atender situaciones de violencia que no cesan de presentar una escalada cada vez más preocupante. Por un lado, se han hecho oír voces plurales que hasta hace no mucho, no tenían el lugar que hoy tienen. Por otro, han puesto en evidencia una falencia concreta: ¿qué respuesta se da ante casos de violencia de género? Y más precisamente, ¿qué alternativas concretas existen ante los agresores?

El reclamo, la protesta, la denuncia, son modos legítimos de hacer saber que algo no marcha. Sin embargo, la pregunta insiste.

Comencemos primero por interrogarnos qué se suscita cuando un hombre atenta violentamente sobre el cuerpo de una mujer. Es factible pesquisar que se trata de actos cortados de toda significación, sin mediación alguna, en donde un empuje comanda al sujeto a realizar tal accionar. En la ley de Salud Mental 26.657 que rige actualmente en nuestro país, cuando de internaciones se trata, el texto precisa que la maniobra involuntaria debe ser llevada a cabo cuando existe un riesgo cierto e inminente para sí o para terceros. Nos encontramos ante el entrecruzamiento del discurso jurídico, el discurso feminista y agreguemos, el campo de la llamada salud mental. ¿Qué puede decir el psicoanálisis al respecto? Sin lugar a dudas, la orientación lacaniana debe pronunciarse. Premisa fundamental: un sujeto siempre es responsable de sus actos. El falso debate imputable / inimputable para Lacan estaba zanjado desde hace largo tiempo.

¿Cómo se protege y se previene el pasaje al acto? Sabemos que Lacan abordó esta cuestión. El sujeto puede salir de la escena en una identificación masiva al objeto o bien, puede enloquecidamente dirigirse a intentar pellizcar en el Otro ese objeto que porta en su bolsillo.

Las alternativas en tanto muros, son la cárcel y el asilo. ¿Hay otra instancia que se pueda incluir en esta problemática tan aguda?

Cada vez es más frecuente enterarse en las noticias de femicidios horrorosos en los que hay una acumulación de denuncias de parte de la víctima. Es aquí que el discurso analítico puede hacerse oír orientando al discurso jurídico.

En el taller "Abuso, consentimiento y goce sexual", que se inicia el 2 de mayo, se recorrerán nociones tales como pasaje al acto, las tesis lacanianas sobre la agresividad, los aportes a la criminología. Se conversarán con invitadas e invitados provenientes de otros discursos. Se incluirán a su vez, casos clínicos y noticias de actualidad.

*Psicoanalista. [email protected] Participante EOL Sección Rosario.