El entusiasmo es como una musiquita con estribillo contagioso. La alegría del reencuentro quizá sea eclipsada por la alta inflación y el aumento desmedido de un insumo fundamental como el papel. Después de dos años sin el evento cultural más importante de Argentina, el regreso de la 46° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (FIL), que comenzará este jueves y se extenderá hasta el 16 de mayo en el predio de La Rural, se vive como una fiesta. Vuelve la presencialidad, el mirarnos cara a cara con Guillermo Saccomanno --quien dará el discurso de apertura--, Mario Vargas Llosa (Perú), John Katzenbach (Estados Unidos), Javier Cercas (España), Marta Sanz (España), Jorge Carrión (España), David Wagner (Alemania), Diamela Eltit (Chile), Carolina Sanín (Colombia), Luis García Montero (España), Irene Solà (España) y Caroline Fourest (Francia).
La Habana, la ciudad invitada en esta edición, llegará con una delegación encabezada por el presidente de la Casa de las Américas, el escritor Abel Prieto, y el ministro de Cultura, el poeta y editor Alpidio Alonso, en la que se destacan la narradora Laidi Fernández y varios poetas como Teresa Melo, Nancy Morejón, Rito Ramón Aroche, el periodista y ciberactivista Francisco Rodríguez Cruz (conocido como Paquito el de Cuba), y Basilia Papastamatíu (argentina radicada en Cuba), entre otros.
El grupo Octubre dirá presente con la programación de numerosas actividades en el stand 705 del pabellón azul.
Pobreza alarmante
“La Feria siempre me pone en tensión. Es que la cultura es un campo de batalla y la Feria, con su poder mediático, se plantea como la ilusión de un país capitalista fuerte en su desarrollo. Nada de eso: tenemos una línea de pobreza alarmante y no menos una de hambre. Si se considera el precio de los libros, vale preguntarse quiénes los compran, qué compran y qué leen en lo que compran”, advierte Saccomanno a Página/12, antes de dar su discurso de apertura de esta edición. “Más que preocuparnos por la inminencia de una tercera guerra mundial tal vez debiéramos pensar si ya no estamos en una, pero atomizada: hay aproximadamente dieciséis conflictos bélicos en el planeta en la actualidad”, precisa el autor El buen dolor, La lengua del malón y Cámara Gesell, entre otras novelas. Para el escritor es “ingenuo” pensar que un libro puede parar el odio. “Si se analiza la historia, se verá que la humanidad no aprendió gran cosa desde Ilíada –una gran novela bélica- hasta ahora. Como antídoto me planteo un sentimiento saludable: la rabia. Y esa rabia –la asumo en un sentido pasoliniano– es la que ha producido el arte más crítico de la civilización occidental. Se trata de una rabia de clase a la que debemos, entre tantas obras, Saló”.
Durante el acto de apertura, además de escuchar la palabra de Saccomanno, hablarán el presidente de la Fundación el Libro, el editor Ariel Granica; la cubana Tatiana Viera Hernández, en representación de La Habana; el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; y el ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro. Las entradas costarán de lunes a jueves 300 pesos, y 450, de viernes a domingo. Hay un pase por tres días a 700 pesos. Los menores de 12 años y los docentes pueden ingresar gratis, todos los días; el ingreso gratuito, pero de lunes a viernes, se extiende a jubilados, pensionados, estudiantes y beneficiarios de los programas Pase Cultural y Más Cultura. Habrá una especie de remake libresca de Fiebre de sábado por la noche cuando el próximo sábado 30 de abril, a partir de las 20 horas, el ingreso al predio sea libre y gratuito, en lo que se conoce como La Noche de la Ciudad en la Feria. En el año en que se celebra el 90° aniversario del autor de Boquitas pintadas, habrá un homenaje a Manuel Puig. Puiguísima es una intervención performática a cargo de la artista Flavia Da Rin, en la que recorrerá los personajes de la vida y ficción del emblemático autor.
Nuevos y viejos conocidos
Entre los clásicos de la Feria se destaca el XV Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires, que se realizará del 29 de abril hasta el 1 de mayo, en la sala Victoria Ocampo. Entre los poetas internacionales participarán Irene Solá (España), Camila do Valle (Brasil), William Johnston (Uruguay), Miguel Manso (Portugal), Darius Thomas Lebioda (Polonia) Margarita Laso (Ecuador) Salvador Medina Barahona (Panama) y Sona Van (Armenia). A las lecturas se sumarán varios poetas argentinos como Susana Villalba, Marisa Negri, Vicente Muleiro, Jorge Aulicino y Jorge Fondebrider, entre otros. El sábado 30, María Rosa Lojo será la primera mujer en recibir la Medalla Europea de Poesía y Arte-Homero, un premio que consiste también en la publicación de una antología literaria de la ganadora, traducida al chino.
Por quinto año consecutivo se desplegará la iniciativa NuevoBarrio en el pabellón Amarillo. Doce pequeñas editoriales tendrán un stand de 9 metros cuadrados armado y equipado sin cargo para poder desplegar sus libros durante toda la 46° edición. En esta ocasión estarán Arandura (Asunción, Paraguay), Cascahuesos (Arequipa, Perú), Letra Sudaca (Mar del Plata), Hemisferio Derecho y Peces de Ciudad (Bahía Blanca), entre otras. También se consolidan propuestas como Orgullo y Prejuicio, con actividades orientadas al feminismo y la comunidad LGBTQ+, y Zona Futuro, el radar de nuevas tendencias. “Volver a la Feria es un acontecimiento que vivimos con mucha ilusión -reconoce el escritor y editor Iván Moiseeff, uno de los coordinadores de Zona Futuro junto con Esteban Castromán-. Tras este tiempo de distancia, se va a destacar más el carácter gregario de la feria. Es decir, va a ser un tiempo de reencuentros: la dimensión donde nos juntamos aquelles cuyas vidas están atravesadas por la lectura y la escritura, el contacto con las editoriales, los nuevos y viejos títulos, las conversaciones sobre los libros”.
Mariana Enriquez conversará con Nora Veiras, directora de Página/12, el martes 3 a las 19 en el stand del Grupo Octubre (ver aparte). La autora de Los peligros de fumar en la cama, Las cosas que perdimos en el fuego y Nuestra parte de noche, entre otros títulos, inaugurará la octava edición del Diálogo de Escritoras y Escritores de Argentina, el martes 4 de mayo a las 18.30, un ciclo coordinado por Elsa Drucaroff en el que estarán también Carlos Gamerro, Félix Bruzzone, Kike Ferrari, Dolores Reyes, Gabriela Massuh, Eduardo Muslip, Gabriela Cabezón Cámara y Natalia Zito, entre otros.
¿Cuánto vale un libro?
En el stand colectivo Todo Libro es Político (1916, pabellón amarillo), las editoriales La Cebra, Documenta Escénica, Hekht, Tinta Limón, Milena Caserola, Tren en movimiento, Traficantes de sueños, Cuenco de Plata, Cactus y Pupek despliegan sus catálogos a la par que promueven el debate sobre la suba descontrolada del precio del papel. “¿Cómo hacemos los libros? ¿Qué determina el valor de un libro? ¿El valor está en el texto que lleva impreso? ¿En el tiempo en que fue escrito, pensado, sentido? ¿En la cantidad de papel? ¿En la memoria que guarda? ¿En los futuros que inaugura?”, se preguntan. “En Todo Libro es Político estamos teniendo un carácter premonitorio que nos asusta -ironiza Matías Reck de la editorial Milena Caserola-. En la última Feria (2019), con otro gobierno, habíamos planteado una bandera que era la réplica del grupo GAC (Grupo de Arte Callejero) que decía: Liquidación por cierre. Y la Feria estuvo cerrada dos años”. La bandera de Todo libro es Político para esta edición es ¿Cuánto vale un río?, una intervención de la mano del colectivo de artistas y performers Thigra, integrado por jóvenes rosarinas que generan acciones colectivas junto a muchas otras redes que intentan proteger al Predelta del terricidio.
“Este año planteamos dos preguntas, ¿cuánto vale un río? Y ¿cuánto vale un libro?, por la situación planetaria que estamos viviendo: la destrucción de los ecosistemas, de los ríos, el cambio climático, los bosques incendiados y un montón de otras catástrofes llamadas naturales, que son catástrofes humanas: la pandemia y la guerra”, enumera Reck y aclara que aunque parezca un tema lejano al libro no lo es. “De la pregunta ¿cuánto vale un río? se desprende ¿cuánto vale un libro?. Un editor al pasar dijo: El libro es la muerte del río. Queremos hacer mucho hincapié en esto, y en la falta de papel y la hiperinflación, un montón de cuestiones que estamos viviendo y que por momentos nos hace pensar en la desaparición del libro, pero no queremos generar falsas alarmas porque sabemos que el libro es un artefacto indispensable para la humanidad”, subraya el editor de Milena Caserola.
Escritores, traductores, editores, libreros, lectores no vuelven a la Feria iguales. “Después de dos años de ausencia, no sé si volvemos peores o mejores, pero volvemos distintos porque nos afectó mucho el encierro y el cambio de coyuntura que vivimos todes en las distintas áreas de la vida”, aclara Reck. “Tratamos de no volver a la feria mecánicamente y hacer como que aquí no pasó nada. Queremos pensarnos como lo hacemos siempre, pero esta vez viendo el ecosistema que es la Feria en sí misma; qué produce la Feria, qué desechos, qué cuestiones se tejen adentro de una Feria multitudinaria, internacional, masiva; ¿son eventos acordes con esta época en la que estuvimos con tanta distancia? Quizá se puedan pensar otras formas de relacionarnos con el libro, con las lecturas, con los ríos, con el planeta”.
El aumento desmesurado del papel genera muchas dificultades en el funcionamiento de las editoriales independientes, que se diferencian de las grandes por la cantidad de ejemplares que imprimen de cada libro. “Los números no nos dan”, reconoce con preocupación Reck. “Las editoriales independientes hacemos tiradas de 300, 500 y también de 1000 o 1500 ejemplares; alguna podrá hacer hasta 2000. Y muchas veces hacemos lo que se llama la impresión digital, que es impresión por demanda. Y ahí hay aumentos entre el 7 y el 10 por ciento casi semanales del precio unitario del papel”, revela el editor y agrega que estos incrementos afectan a toda la cadena del libro, que comienza con los escritores, editores, distribuidores, libreros y lectores. “Ninguno de los actores puede enfrentar este cimbronazo inflacionario. Pero no nos resignamos y seguimos editando libros con tiradas más chicas, con márgenes mucho mas acotados, resignando algunas novedades que teníamos planificadas y algunas reimpresiones y tratando de pensar en conjunto compras de papel”, explica Reck y añade que las editoriales independientes se unen para ir de forma colectiva a distintas ferias del libro y que intentan llegar también al mercado latinoamericano, a países como Uruguay, Chile, México y Colombia.
Entre la preocupación y la alegría por el regreso, se viene una nueva edición de uno de los grandes eventos culturales de la Argentina.