A una semana de la división estratégica del bloque en el Senado para hacerse con un lugar en el Consejo de la Magistratura, el Frente de Todos redobló la apuesta y dio comienzo al debate para ampliar la composición de la Corte Suprema. En un picante plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia de la Cámara alta, el oficialismo se propuso empezar a analizar las distintas incitativas que impulsan cambios en el número y funcionamiento del máximo tribunal. La senadora oficialista Silvia Sapag presentó a último momento un proyecto que, además de incrementar a 15 el número de integrantes, demanda que les postulantes den cuenta "de toda su vida profesional" para que no haya conflicto de intereses. Expusieron también sus proyectos el oficialista Adolfo Rodríguez Saá, el aliado rionegrino Alberto Weretilneck y la riojana Clara Vega. Juntos Por el Cambio, por otro lado, no presentará ningún proyecto ni ayudará a consensuar otro por considerar que se trata de "una nueva maniobra del oficialismo" para "controlar" la Justicia.
"Este debate no tiene la connotación temporal de la politiquería, sino que tenemos que mirarlo como un proyecto político de largo alcance. Con paridad de género y federalismo. Estamos dispuestos a corregirlo, pero me parece que este es un momento oportuno para solucionar un problema que la Argentina arrastra desde 1860", explicó Rodríguez Saá, que presentaba por cuarta vez su proyecto. El senador puntano buscaba responder así a las críticas que circulaban desde algunos sectores de la oposición respecto a que el oficialismo pretendía hacerse con el control de la Corte Suprema. "Esto no tiene que ver con politiquería, sino con el país que queremos", sostuvo el exgobernador de San Luis, quien reveló también que, en una reunión con Mauricio Macri cuando este estaba buscando que se aprobaran los pliegos de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti en el Senado, le propuso ampliar la Corte y el expresidente le respondió que "no tenía inconveniente".
La iniciativa de Rodríguez Saá propone elevar a 9 el número de integrantes de la Corte y establece una serie de parámetros para garantizar la paridad de género y el federalismo. Estos dos ejes fueron una constante en todas las iniciativas presentadas, ya que la mayoría de les senadores coincidió en que el número ideal de integrantes podía ir variando pero que sí o sí había que reforzar la presencia de mujeres y de las provincias en la Corte. "Yo pido que, tenga el número que tenga, las mujeres integren la Corte con paridad", destacó Clara Vega (excambiemita y ahora aliada circunstancial del oficialismo), que presentó un proyecto en el cual propone modificar la composición de modo que haya igual representación de hombres y mujeres.
"La Corte ha quedado hoy como la expresión más clara del unitarismo. Cuando todo el Estado Nacional se fue hacia el interior, la Corte se que ha quedado así, centralista", cuestionó Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), quien presentó un proyecto que eleva a 16 el número de supremos, de los cuales deberá haber un mínimo de 3 por cada región (CABA, Buenos Aires, Centro, Norte y Sur). Weretilneck, que cuestionó que la oposición sostuviera que "no era el tiempo oportuno" para tratar el tema: "Solo los que quieren sostener el status quo buscan como excusa la inoportunidad de algo", dijo y destacó que era importante incrementar el número de supremos porque con 4 (la vacante que dejó Elena Highton nunca se completó) era "imposible" resolver los miles de expedientes que entraban día a día.
Por último, la senadora Silvia Sapag presentó un proyecto que, además de elevar de 5 a 15 el número de jueces de la Corte, propone analizar los antecedentes laborales de los supremos, las empresas que integraron y los clientes que tuvieron como abogados. "Hemos visto cómo, unos meses después de las PASO, Rosenkrantz fugó 650 mil dólares porque le parecía que venía un gobierno nacional y popular y sus bienes podían correr peligro. La fuga de capitales hoy está personificada en un miembro de la Corte", cuestionó, a su vez.
Cruces y diferencias con Juntos Por el Cambio
El primero que salió al cruce fue Luis Juez, el senador de JxC que iba a ocupar una silla en el Consejo de la Magistratura hasta que el FdT dividió su bloque y terminó imponiendo a Martín Doñate. "Hace una semana rompimos todos los compromisos. No pasó una semana y quieren modificar la Corte y nos convocan a llegar a un consenso. ¿En serio creen que estamos en condiciones de llevar adelante semejante discusión?", les recriminó, y denunció que el debate era "un acto de hipocresía ostensible". Oscar Parrilli ahí saltó y le pidió que "retirara sus palabras" porque se había "excedido". La discusión continuó a los gritos durante varios minutos, girando principalmente en torno a si Juez había llamado a les senadores oficialistas "hipócritas" o no, pero dio cuenta de lo que sería la postura de JxC respecto a este tema: un rechazo total a la posibilidad de discutir la ampliación de la Corte.
"Me parece totalmente inoportuno este debate" sumó la tucumana Beatriz Ávila, y agregó: "Permítanme la duda de que acá lo que se quiere no es tener una Corte más eficiente, sino lo que se quiere es avanzar sobre la independencia del Poder Judicial". Esta misma postura fue luego repetida en el comunicado que sacó la mesa nacional de JxC, en la que anunciaron que "decidimos oponernos a la nueva maniobra del oficialismo de ampliar los miembros de la Corte para intentar tomar control de la misma". "Si hay tanto apuro por la Corte por qué no proponen reemplazante de Highton o el pliego de Rafecas. A veces muestran interés y otras no, eso me hace desconfiar de sus intereses", sumó el senador radical Pablo Blanco a este diario.
El interbloque opositor, entonces, no presentará ninguna propuesta de reforma y se manifestará en contra de cualquier dictamen "de síntesis" que haya de todos las iniciativas presentadas. El debate, mientras tanto, continuará el miércoles que viene con la participación de expertos.