La directora Raquel Vargas, de la escuela primaria N° 4296 Jesús de Nazareth, de la localidad de Pichanal, fue desplazada del cargo en las últimas horas de anteayer. La acción se dio tras varias denuncias de padres y madres de estudiantes de la comunidad ava guaraní Nueva Jerusalén, lo que derivó en que supervisoras del Ministerio de Educación de Salta realizaran un relevamiento en la institución y  mantuvieran una reunión con las familias y trabajadores del lugar. 

El presidente de la comunidad, Emilio Salazar, confirmó a Salta/12 que se pudo llegar a un acuerdo con el Ministerio de Educación puesto que las familias habían decidido no mandar a clases a sus hijos hasta tanto Vargas no fuera apartada de su cargo. Relató que el martes último recibió un llamado en el que le aseguraron que nombraron a una mujer para la dirección momentánea del establecimiento, hasta que sea designada una nueva directora titular. 

El referente contó que ayer iba a volver "sólo un grupo a clases hasta que se den soluciones a las cosas urgentes" que viene demandando la comunidad. El reclamo principal a Vargas era su falta de gestión para un mejor funcionamiento de la institución. Entre las falencias, denunciaron que el lugar tenía un solo baño y que era utilizado para todo el alumnado. También reclamaron que el edificio estaba en malas condiciones, ya que veían que se caía el cielorraso y que las puertas estaban sin picaportes. 

Entre las acusaciones, también aseguran que la directora provocó que los niños y niñas ingirieran comida en mal estado, porque permitió que la carne del almuerzo se pudriera, por no resguardar la cadena de frío. También difundieron fotografías de animales en los alimentos. 

El martes último las supervisoras Carolina Quirino y Adriana Cárdenas relevaron el estado del edificio escolar y luego se reunieron con los integrantes de la comunidad y el personal de la escuela. 

Allí, ordenanzas denunciaron maltrato y abuso de autoridad por parte de Vargas, lo que se hizo constar en un acta. Afirmaron que no les quería recibir notas y se burlaba del contrato de informalidad que tenían con el área educativa. Las ordenanzas reclamaban ser titularizadas después de años de trabajo bajo una contratación informal. También hubo quejas de parte de la docencia, y este medio, pudo saber de manera extraoficial, que algunos profesionales se sentían amenazados. 

"Lo único que queríamos era una mejor educación para nuestros niños y niñas. Las mamás se manifestaron por el mal estado de la escuela y de la comida, y ahora por lo menos, han arreglado algo", expresó el presidente de la comunidad. A la institución asisten 721 niños y niñas. La comunidad está integrada por más de 500 familias, que hace 10 años se trasladó desde Villa Rallé, que estaba camino a Orán sobre la ruta nacional 50, hacia La Nueva Jerusalen, ubicada al costado de la ruta provincial 5.