En la audiencia de juicio contra 5 policías y un civil por el homicidio de Cristian Gallardo, el testigo Jesús G. relató que vio cuando los policías golpeaban a su amigo. Además, contó que desde la muerte del joven es hostigado por el personal policial de la comisaría del barrio Democracia, que lo detuvieron el miércoles pasado, la noche antes del día en que debía declarar en este proceso; aseguró que le pegaron en el fondo de la dependencia, en el mismo lugar donde fue encontrado sin vida Gallardo.
Jesus G. es carpintero y albañil, en diálogo con Salta/12 relató que fue golpeado el miércoles y que siguió siendo hostigado el jueves. Además, contó que es perseguido por la policía desde la muerte de Gallardo.
Sobre el día de los hechos, el 26 de agosto de 2019, Jesús contó que la policía entró a su casa de forma violenta pateando la puerta. Él estaba en el baño y salió porque escuchó golpes y ruido, vio que dos policías tenían Gallardo, uno lo sujetaba del cuello con el brazo. Este policía tenía un brazo cruzado en forma de V. sobre el cuello de Gallardo.
El testigo dijo que dos policías golpeaban a Gallardo y forcejeaban, mientras una de sus hermanas discutía con los efectivos. Indicó que esto pasó en la cocina comedor, que el joven se agarraba de la mesa, de la heladera y "gritaba 'mamá, ayudame mamá'", luego lo sacaron a la vereda "en todo el trayecto lo tenían golpeando" y "lo llevaron arrastrando. (Un efectivo) Lo llevaba ahorcando, extrangulándolo, Cristian se agarró de la reja, le pegaban en la costilla, luego se soltó", contó. Además insistió en señalar que un efectivo "no le soltaba el cuello".
Jesús detalló que el efectivo más alto lo agarraba del cuello y el más bajo le daba golpes de puño. Desde dentro de su casa vio que cuando Cristian se soltó de la reja lo cargaron al móvil, lo agarraron de los pies y lo tiraron en la caja de la camioneta. "Se sentían gritos de que pedía por su mamá y se movía el móvil", añadió y graficó con sus manos que ese movimiento era de un lado a otro. Contó que gritó exigiendo que dejaran de pegarle a Cristian.
El testigo relató que ese día una de sus hermanas lo acompañó a la parada del colectivo porque tenía miedo de que lo detuvieran a él también. "Tenía miedo de que me pillen por ahí, de que me peguen, por ver como le pegaban al muchacho", manifestó.
Hostigamiento policial
Jesus relató a Salta/12 que la misma semana después de la muerte de Cristian Gallardo y antes de que diera su testimonio en la Fiscalía, la policía de Democracia lo chocó con el patrullero. "Después yo declaré y asenté que ellos (los efectivos) me chocaron. Pedí que quede asentado que ellos me están haciendo hostigamiento policial. 'Ya te vamos a agarrar a vos también hijo de puta, me dijo (uno de los policías)'", sostuvo.
También dijo que en otro momento posterior, cuando salía de realizar un trabajo de albañil frente a la comisaría del barrio Democracia, la policía lo volvió a chocar a unas dos cuadras de ese lugar y lo detuvieron. "Me trajeron a la Ciudad Judicial, me tuvieron hasta el otro día por una averiguación de antecedentes", recordó.
El miércoles pasado, la noche anterior a la audiencia en que debía presentarse a declarar en este juicio, Jesús fue detenido de nuevo por policías que lo llevaron a la dependencia del Democracia. "Me llevan de afuera de mi casa, me dijeron '¿qué hacés acá?'. Me cargaron, me golpearon, me decían que tenía una denuncia, después me trajeron hasta aquí y no tenía nada. Cuando me llevaron allá, me pegaron en la comisaría. Mariel (la hermana de Cristian Gallardo) se arrimó (a la dependencia), sintió que me estaban pegando".
"Me bajan atrás, hay un patio ahí", relató Jesús. Dijo que no podía ver quienes le pegaban porque lo obligaban a permanecer parado, con las piernas abiertas, con la cabeza hacia abajo y los ojos cerrados. Cree que lo tuvieron alrededor de 15 minutos pegándole, luego cuando llegó Mariel, "me cargaron en el patrullero y me sacaron bien rápido. Me trajeron al médico en contraventores, estuve (demorado) como hasta las 3 de la mañana. Después me tuve que ir caminando, me había golpeado la rodilla, llegué como a las 6 a mi casa", relató.
Asimismo, contó que el jueves último "salí a comprar (al mediodía) y comenzaron a molestarme de nuevo (los policías en un móvil). Yo pensaba que me iban a alzar (...) no se bajaron de la camioneta, se reían, se hacían burla. Yo estaba rengo, capaz que eran los mismos que me levantaron la noche anterior", expresó.
"Yo trabajo en el barrio. Por ahí salgo por algún laburo y vuelvo al barrio. Siempre que me detuvieron fue en el barrio. Te llevan a la comisaría de Democracia. Después de la muerte de Cristian cuando salgo, a veces voy caminando con las herramientas, y me paran (los policías) 'chango los antecedentes', y les digo 'mirá, salgo de trabajar, estoy sucio, a veces estoy lleno de grasa porque salgo de arreglar algún vehículo, acompaño al mecánico, él se va en el auto porque cargamos muchas herramientas, yo me voy caminando. Me dicen (los policías) que yo ando haciendo algo malo. Me dicen acá nos han llamado porque 'sos gatito sospechoso'", relató.
Además, Jesús contextualizó la problemática de la violencia policial en el barrio. "Con los jóvenes, con cualquiera es siempre lo mismo", si los policías "están cargando a alguien uno sale a mirar o a filmar para que no le peguen porque ya tenemos ese antecedente. Ellos vienen y te revolean con lo que tienen, piedras, y te dicen ¿qué me estás filmando?". Dijo que conoce también por relatos de vecinos, que la policía los demora y los golpea " en las costillas porque ahí casi no se ve, en el estómago". Señaló que por lo general las detenciones son en la comisaría del Democracia.
En el suelo y expuesto al frío
También declaró ayer el enfermero del Samec, Victor Hugo Pavón, quien acudió a la comisaría del barrio Democracia por un aviso del 911. Dijo que primero lo llamaron a otra dirección en la calle Felipe Varela y luego se la cambiaron por la de la dependencia y que el pedido cambió de código amarillo a rojo porque en un primer momento fue por dificultad respiratoria o asma y luego por pérdida del conocimiento.
El enfermero refirió que al llegar el chofer que lo acompañaba le hizo notar que era "raro" que la policía estuviera a mitad de calle, "teníamos que entrar por un portón de lado posterior, de entrada vehicular". Y en ese lugar "Veo a una persona tirada en el piso, veo mucha presencia policial. Eso me llama mucho la atención, porque pensaba que sería dentro de la comisaria o en una oficina", relató.
Pavón resaltó que Gallardo estaba tirado en el patio, desabrigado, consideró que por el frío que hacía esas condiciones no eran las adecuadas. "El lugar donde estaba el paciente me llamó la atención", insistió y dijo que si alguien no se sentía bien, lo adecuado no era dejarlo expuesto al ambiente.
Dijo que notó que el joven no respiraba y trató de reanimarlo. Recordó que preguntó si alguien más sabía hacer RPC para que continuaran con la práctica mientras él buscaba un acceso venoso pero nadie le respondió, luego pidió voluntarios para seguir con las compresiones como él les explicaba y un policía lo hizo. El enfermero entendió que los efectivos no habían intentado reanimarlo. Dijo que cuando manifestó que Gallardo no respiraba un policía dijo "pero sí respiraba".
Tras 25 minutos dieron por finalizada la reanimación. Pavón contó que intentó dos o tres veces encontrar el acceso venoso y no pudo, dijo que las lesiones por cortes y cicatrices le dificultaban esa tarea y también la hipotermia.
"Sentí la presión para que traslademos al paciente al hospital", añadió el enfermero respecto a la sensación que tuvo cuando avisó que debía comunicar el fallecimiento para que viniera el médico legal. Pero aclaró que no cedió a esa presión porque el Samec por reglamento no traslada cadáveres.
Asimismo, recordó que el cuerpo de Gallardo tenía una cianocis pronunciada y livideces que no sabe si eran por el tiempo transcurrido o por la temperatura. Y recordó que en la pierna tenía "una escoriación, que no se veía de gran importancia".
El enfermero dijo que “a menudo” en el servicio de emergencias asiste a personas privadas de la libertad y no es común encontrar una persona tendida en la comisaría, en esas condiciones. Respecto al contexto, señaló que "la hipotermia en pacientes traumatizados mata. El paciente entra en shock más rápido. Era una mañana fresca".