Ningún país, de los 144 comprometidos en el Indice de Género (IG) de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), logró la igualdad de géneros, y ninguno muestra el mejor desempeño —ni siquiera está entre los 10 mejores— en todos los ODS. Cada uno, “tiene mucho por hacer para concretar la visión de igualdad de género integrada en los Objetivos”, concluye el informe “Volver a la normalidad no basta. Indice de género de los ODS 2022”, elaborado por Equal Measures 2030 (EM2030), organización que nuclea a lideresas nacionales, regionales y mundiales de redes feministas, de la sociedad civil y de sectores privados.
Hasta hoy, menos de un cuarto de los países impulsan un “progreso rápido” hacia la igualdad de género, mientras que un tercio no está haciendo “ningún progreso” o, peor aún, va en la “dirección equivocada”. El documento revela el exiguo avance de la igualdad de género a nivel global, entre 2015 y 2020: el puntaje del IG marcó 67,8 puntos en 2020, apenas un incremento de menos de dos puntos desde 2015. Para 2020, más de 3 mil millones de niñas y mujeres vivían en países con puntajes "bajos” o “muy bajos” en igualdad de género. “Si la tendencia continúa, el puntaje global llegará a solo 71 sobre 100 para 2030, la fecha límite para la concreción de los ODS”, se advierte. “E incluso esta proyección puede verse como optimista, tomando en cuenta el impacto que la pandemia de Covid-19 ya ha tenido sobre el bienestar de niñas y mujeres en todo el mundo.”
El plan de acción para el cambio de EM2030 propone un tanque de seis “recomendaciones políticas” transversales, que incluyen la reforma y aplicación de leyes contra la desigualdad, la inversión en servicios públicos e infraestructura social (incluidas las tareas del cuidado), la promoción del liderazgo y la participación de niñas y mujeres para combatir los mandatos de género, cerrar la brecha de datos de género, trabajar con niñas y mujeres jóvenes para "empoderarlas" y, por último, “invertir en organizaciones y movimientos feministas, crearles espacios y prestarles atención. El progreso en materia de derechos de las mujeres habría sido mínimo sin la presión y la incidencia de estas organizaciones y movimientos. Necesitan recursos adecuados y espacios seguros para operar”.