“¿Si uno tuviera otro nombre, sería la misma persona que es?”. De esa pregunta partió la directora y dramaturga Dana Basso para construir Nombrarse, una historia de identidades y empoderamientos que dialoga con la realidad actual de las mujeres. Allí, una madre (Efigenia) y su hija conviven en un rancho aislado, sumergidas en una rutina donde no existen el tiempo ni las obligaciones. La vida transcurre sin sobresaltos, hasta el día en el que la hija cumple 21 años. En ese marco, un secreto revelado rompe la inercia que las acompaña y define su destino.
Estrenada en noviembre de 2021 en el Sportivo Teatral, la obra transcurre su segunda temporada y cuenta con las interpretaciones de Vicky Brudny y Silvina Katz, y la música en vivo de Daniela Basso. “Nosotras estamos muy contentas de hacer esta obra. Nos da mucha satisfacción poder contar lo que queremos contar. Y esto no hubiera sido posible sin este equipo de trabajo que da todo”, sostiene Basso, quien inició la escritura del proyecto en pandemia, y contó con el asesoramiento dramatúrgico de Javier Daulte. “A la hora de escribir fue muy importante la elección de las palabras que quería que aparecieran en esta obra, porque no quería que la palabra fuera algo coloquial”, cuenta.
“Qué violencia mayor que la de degradar a una persona hasta ser una cosa. Alguien que no puede nombrarse”, le dice la hija sin nombre a su madre Efigenia. En ese diálogo se descubren múltiples formas de violencia de género con especial foco en la violencia sexual. De esa forma, la obra adquiere un carácter de denuncia de una opresión ancestral donde también se pone de manifiesto la desigualdad vivida por los pueblos originarios.
“El teatro es un lugar de resistencia desde el cual una puede plantarse para mostrar lo que sucede. Y Nombrarse habla de la desprotección de las mujeres y de las infancias. Por otro lado, mi bisabuela y mi mamá se llamaban Efigenia, al igual que la madre de la ficción. Mi bisabuela era una india catamarqueña, y siempre se dijo que había tenido a mi abuelo con el cura del pueblo. Eso también fue un disparador para crear este relato”, explica la directora respecto de la dimensión autobiográfica de la pieza que además se combinó con su compromiso militante. “Yo participo activamente en los debates feministas, y creo que las mujeres nos tenemos que ayudar a nosotras mismas. Tengo hijas y nietas, y creo mucho en la sororidad. Siento que llegamos a un punto en el que hay que empoderarse y nombrarse para seguir adelante. Porque nuestra lucha no empezó hoy sino hace muchos años”, reflexiona.
La puesta que eligió no es realista. Mezcla de museo y anticuario, el cuarto minúsculo en el que viven las mujeres está ocupado por libros viejos, y el suelo está cubierto por una montaña de medicamentos. “La obra no es costumbrista, y hay algo fantástico en la puesta en escena. Hay espectadores que me han dicho que eso les recuerda al realismo mágico de Gabriel García Márquez. No sé si la obra pretende ser un alegato, pero me parece que está bueno que vaya un paso más allá en cosas que aún no comprendemos”.
Además de directora y autora, Dana Basso es actriz. Durante siete temporadas protagonizó Huellas de Elisa, con Lisandro Penelas, y dirigida por Silvina Katz, un proyecto que según anticipa se reestrenará en la segunda mitad del año. Mientras, también como actriz, ensaya Muñeca, de Flor Laval y Lucas Suryano, y trabaja en la dirección de Casa Mitre, otro próximo estreno de Silvia Gómez Giusto. El teatro es su manera de ver el mundo, y Nombrarse lo confirma.
“El teatro acompaña la realidad. Y lo que pasa hoy no se puede dejar a un costado. Tenemos que hablar de estas cosas porque es un tiempo en el que las mujeres estamos dispuestas a enfrentar los desafíos de estas nuevas épocas. Hay cosas que ya no podemos callarnos más. Y no podemos dejar que sigan sucediendo. No es posible que yo tenga miedo de que mi hija vuelva sola de noche. No quiero eso para mis hijas ni para mis nietas. Y el teatro es la forma que elijo para cambiar eso”.
* Nombrarse puede verse el viernes 29 de abril a las 22.30 en No Avestruz (Humboldt 1857), y a partir de mayo, los viernes a las 21.30, en CasAbierta (Lavalle 3644).