En paralelo a la presentación que realizó el ministro de Economía, Martín Guzmán, en el foro del "círculo rojo" que tuvo lugar en el hotel Llao Llao de Bariloche, volvieron a resonar las críticas al funcionario de parte de otros sectores del Frente de Todos. En línea con la postura que planteó días atrás Andrés "Cuervo" Larroque, uno de los referentes de La Cámpora, el jefe de la CTA y diputado nacional, Hugo Yasky, volvió a bombardear a Guzmán y al propio presidente Alberto Fernández.
Desde el sector de la coalición que responde a la vicepresidenta, Cristina Fernández, advierten que no se trata de un problema de nombres sino que la real divergencia aparece a la hora de las políticas. Entienden que el plan del Gobierno, negociado con el FMI, es un boleto a la derrota electoral el año que viene. En esta parte de la dirigencia, ejercer presión para lograr un giro de la política económica hacia un sesgo mucho más expansivo que permita un shock de recomposición de ingresos, o bien establecer una diferenciación pública respecto de los referentes del área económica parece como la estrategia dominante.
Por el lado del Ejecutivo, la tónica sigue siendo la misma, evitar la confrontación a viva voz y mantener la línea de gestión. No obstante, el bono de 18 mil pesos a informales y monotributistas y el refuerzo de ingresos para jubilados se pueden leer como un gesto de acercamiento al sector que aboga por una mayor expansión fiscal. En estos últimos días, la visita de la plana mayor de la UIA a la Casa Rosada, donde fue recibida por Alberto Fernández, junto a la presencia de Guzmán en diversos foros empresariales refleja la voluntad de convencer al empresariado del rumbo de gestión.
Nuevas chispas
"La semana pasada estuvimos en las reuniones del G-20 y en todos los discursos de presidentes del Banco Central, Ministros de Economía y Finanzas, el tema número uno era la inflación. La política de precios e ingresos busca anclar expectativas, y para que funcione, el resto tiene que estar funcionando: las reservas tienen que ir creciendo y la situación macroeconómica se tiene que continuar ordenando", señaló Guzmán durante su participación del mitin del círculo rojo en el LLao LLao de Bariloche.
El ministro también criticó la idea de que la inflación se puede bajar rápido, como planteaba Mauricio Macri antes de asumir en diciembre de 2015. "Ya pasó eso y no fue así, la receta simplista de bajar rápido la inflación generaría más inestabilidad y dañaría al país. La inflación hay que bajarla a partir de un programa consistente", dijo, en relación al acuerdo de Facilidades Extendidas firmado entre el Gobierno y el FMI.
En este caso, la figura del cristinismo que salió a criticar a Guzmán fue Hugo Yasky. "Pareciera que Martín Guzmán no quiere meterse en la disputa del poder adquisitivo. Hoy hay personas que no llegar a la canasta básica, y en ese tema veo que Martín Guzmán no tiene voluntad de cambio. El tema que todavía está pendiente, la asignatura es la distribución de la riqueza, es algo que el Gobierno no puede resolver. No es un tema de cambiar de persona, sino, de cambiar de políticas, esto involucra también a Alberto Fernández. Paso la pandemia, dejamos atrás al macrismo y los precios siguen aumentando, por eso creo que hay responsabilidad de quien gobierna", dijo el jefe de la CTA y diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
Las críticas de Yasky aparecen luego de las declaraciones en las que Andrés Larroque, una figura importante de La Cámpora, dijo que a Guzmán "no lo votó nadie" y que la derrota en las elecciones de 2021 expuso "un veredicto sobre la política económica del Gobierno". Ahora el líder gremial agregó que "no hay coraje político, no me entusiasma escuchar a un ministro de economía hablar en un tono tan amable, necesitan accionar frente a la distribución de la riqueza".
Por su parte, Guzmán también se refirió a la idea de gravar la "renta inesperada". "Una sociedad que en serio no busca encontrar mecanismos para crecer en forma equitativa va a estar condenada a la ausencia de progreso. Cada vez que Argentina tuvo un período en el cual hubo un crecimiento económico que no se distribuyó de forma razonable, no se pudo sostener en el tiempo. Estamos hablando de una situación excepcional, que nos genera un problema como sociedad, un problema distributivo. Esto se debe hacer de una forma que no desaliente la inversión, sino que la aliente. No solamente se busca identificar, sino que, si ese mismo componente se reinvierte, la contribución sería menor, buscando alentar la reinversión de esa renta".