El Ejecutivo provincial abrió un nuevo frente de tormenta en el tablero político y esta vez despertó la reprimenda y el disenso de la corporación del Poder Judicial, el repudio opositor y también dentro del oficialismo, ante la decisión de retirar el jueves de la Asamblea Legislativa todos los pliegos de candidatos a ocupar vacantes en la magistratura santafesina. 

A la previsible crepitación política que se elevó en el ámbito legislativo, ayer despertaron los colegios de Magistrados y de Abogados, para señalar el segundo retiro de pliego de aspirantes a jueces que hace el gobierno de Omar Perotti, algo inédito, pero agravado esta vez porque fue a último momento y porque la necesidad de completar vacantes en el Poder Judicial se hace notar más que antes.

El Colegio de Magistrados de Santa Fe emitió ayer un comunicado que firman sus titulares, Gustavo Salvador y Roberto Dellamónica, y en el que expresan "profunda preocupación" por el sorpresivo retiro de pliegos en la Asamblea Legislativa, cuando ya había acuerdo para aprobar al menos cuatro de los 10 candidatos presentados. 

"La situación generada reviste una innegable gravedad institucional y afecta la normal prestación del servicio de justicia, atento a que posterga indefinidamente la cobertura de vacantes -a las que se producirán otras próximamente- imprescindibles para el correcto funcionamiento de este Poder del Estado", recriminó el mensaje de la corporación judicial. 

"Hacemos un llamado a la reflexión a los estamentos políticos del Estado provincial a fin de que, superando diferencias e intereses coyunturales, asuman debidamente responsabilidad institucional que la Constitución de la provincia les asigna y adopten las decisiones necesarias para la inmediata cobertura de las vacantes existentes en el Poder Judicial", concluyó. 

El Ejecutivo ordenó ya con la Asamblea en pleno el retiro de los 10 pliegos, a pesar de que había cuatro ya consensuados para su aprobación, y había otros dos con el apoyo suficiente como para empujar su postulación. No ocurría lo mismo con los cuatro aspirantes que restaban, carentes de respaldo político. “Iban a prestar acuerdo a menos de la mitad de los pliegos enviados; se creyó que era un manoseo permitir que tumben la mitad de los enviados, y algunos con un criterio totalmente discrecional. Por eso se retiró el paquete, y vamos a reconducir el diálogo”, le dijo el jueves a este diario una fuente de la Casa Gris.

El presidente del Colegio de Abogados de Rosario, Lucas Galdeano, opinó en el mismo sentido que los magistrados, opinó que al gobierno le faltó cintura política para negociar y temió por la consecuencia probable: futuras deserciones de aspirantes que quieran concursar cargo de jueces. 

"Esta vez parecía que estaba todo conversado, pero terminó de esta forma. Fue un manoseo a los aspirantes, que tienen una carrera por cuidar, a los justiciables. Fue frustrante", señaló Galdeano ayer a Rosario/12. El representante de la corporación de letrados consideró que en Rosario las vacantes son pocas pero existen en todos los fueros y cámaras, y "resiente el trabajo de los otros jueces que deben subrogar".

"Faltó diálogo previo al enviar los pliegos. El problema no es solo con la oposición, sino con el propio oficialismo", advirtió. Y vislumbró que "en adelante quien quisiera aspirar a juez no se presente a concurso para no exponerse a este manoseo".

Ya en marzo, en la apertura del año judicial, el presidente de la Corte Suprema, Rafael Gutiérrez, había enviado un reclamo claro al Ejecutivo para que active en el Consejo de la Magistratura la cobertura de las 57 vacantes que hay dentro de los 374 cargos de jueces en la provincia. 

En la sesión de la Asamblea, los que manifestaban reparos apuntaban a que 4 de los 10 pliegos atendían las vacantes de juzgados en Rafaela. Uno era Sebastián Pusineri, hermano del ministro de Trabajo; otra Jorgelina Basano, ex candidata suplente a senadora detrás de Alcides Calvo. 

"El gobierno tiene que buscar consenso y acuerdo, no se ha acercado nadie a hablar del Ejecutivo, envían los pliegos y hay que aprobarlos porque sí", se quejó el peronista Luis Rubeo, quien votó en contra del retiro de postulaciones igual que sus pares de bancada Leandro Busatto, Ricardo Olivera y Lucila de Ponti.

Carlos Del Frade (Frente Social y Popular) fue uno de los que se abstuvieron en la votación que le aceptó al gobierno el retiro de los pliegos. "Fue una vergüenza institucional, un ida y vuelta de sectores del PJ, del radicalismo, PRO, socialismo, que se arrogan el mérito de construir consensos y terminaron en este fracaso. Nos abstuvimos porque el 23 de marzo habíamos pedido que para esta primera asamblea legislativa se discutiera el caso Traferri, la persecución a los fiscales y el increíble fondeo de leyes en Senadores. No seguiríamos entonces con ese juego perverso de los tres poderes. Lo de Perotti es una señal más de la ciénaga institucional que es exclusiva responsabilidad de los partidos mayoritarios que gobernaron los últimos 20 años", disparó.

"Perotti dio una muestra más de autoritarismo y de intentar interferir en la independencia de poderes", cuestionaron desde el bloque UCR.