Tras un año de trabajo a pleno, con la vista y el pulso en tablero y pc, los sanlorencinos Franco Rosa y Jeremías Caramuto dieron luz al más reciente videoclip de la banda Árbol: Ninja; adelanto a su vez del nuevo álbum del grupo, entre cuyas canciones los integrantes de SHOCK! animations apenas pueden tomarse un respiro, con lápices y software ya dispuestos a continuar la tarea.

Con estudios cursados en la Escuela para Animadores de la ciudad de Rosario (dependiente del Centro Audiovisual Rosario), Rosa y Caramuto coincidieron en el gusto por el dibujo, la animación y el cine. El encargo de la banda les llegó de un modo imprevisto y feliz, pero recién ahora pueden respirar con alivio, tras la friolera de ¡2600 dibujos! En Ninja, Rosa cumplió tareas de director y editor; mientras Caramuto hizo lo propio como ilustrador y animador, a partir de un guión que incluye referencias cataclísmicas, sensibilidad pandémica y lenguaje de historieta. “El trabajo fue una locura, pero también una oportunidad única”, sintetiza Caramuto a Rosario/12.

-¿Cómo llegaron a este proyecto?

Franco Rosa: -Yo viví cinco años en Buenos Aires, donde trabajé en la TV Pública, y conocí a una chica amiga del baterista. Estaban buscando un dibujante y ella me nombró. Pero yo hago humor gráfico, no podía presentarles mis dibujos, no tenían nada que ver con el estilo de la banda. Con Jeremías hace unos años venimos practicando animación, y teníamos algunas cosas subidas a YouTube, en privado, con un estilo parecido al que terminó teniendo Ninja. Se los mandamos y les gustó.

Jeremías Caramuto: -Y se convirtió en nuestro primer trabajo profesional. Hubo que respetar fechas, hacer el guión, presentar el diseño de personajes y realizar todo lo que es la animación.

-En cuanto al guión, ¿la propuesta nació de ustedes?

Caramuto: -Nos dieron libertad creativa absoluta, no querían influenciarnos. Planteamos una especie de invasión, a propósito de la pandemia, pero buscando nuestro lenguaje interno para llevarlo adelante.

Rosa: -Hubo una primera versión que no les cerraba mucho y la cambiamos, pero el disparador siempre estuvo en algo que aparecía y transformaba a la gente en otra cosa, contra la que había que luchar.

-El video muestra una sociedad desordenada y dispuesta a la locura.

Caramuto: -La primera escena es un homenaje a Metrópolis, de Fritz Lang, pero relacionado con la pandemia, la locura y el amontonamiento. Teníamos un guión interno, en donde el ninja defendía el statu quo, que era atacado. Nuestra metodología de trabajo consistía en salir a caminar por San Lorenzo, pensando en analogías, representaciones y metáforas. Le fuimos buscando la vuelta. Hay un robot que es bien soviético, y el gordo amarillo representaba a China, cuando en ese momento no estaba claro de dónde provenía la pandemia. Pensábamos y buscábamos cositas así.

-Y con una fuerte impronta de lenguaje de historieta.

Rosa: -Fue una de las premisas que nos dieron, que tuviéramos en cuenta referencias como el Batman de los ’60. Hubo muchas que tomamos, otras no, porque no cerraban con el estilo, pero ellos querían algo que fuera bien cercano al lenguaje del cómic.

-¿Cómo fue el proceso de producción? Un año es poco tiempo para un trabajo así.

Caramuto: -Fue muy artesanal, se hizo todo en lápiz y papel, y lo escaneábamos. Fueron más o menos 2600 dibujos, que Franco coloreaba en digital y algunos también a mano. Luego trabajamos en After Effects.

Rosa: -Como soy realizador audiovisual, siempre manejo el After y a todos esos conocimiento que ya tenía los usé para mover a los personajes.

Caramuto: -Yo me dedico a la arquitectura y justo me había anotado en un posgrado, pero se nos empezó a acumular todo y empecé a usar dibujos que presentaba en el posgrado para los fondos, no había tiempo (risas).

Rosa: -Nos dimos cuenta que cada segundo cuenta. Había que hacer 10 segundos y nos agarrábamos la cabeza, ¡un mes de trabajo!

Caramuto: -¡Diclofenac todos los días! Sobre el final, dibujábamos durante 11 horas por día.

-Pero llegaron en tiempo y forma.

Rosa: -Árbol volvió a tocar en vivo luego de la pandemia en noviembre, en Flores, y allí se pudo ver el clip por primera vez, en pantalla gigante. Se presentó de manera oficial el 25 de marzo.

-Entiendo que el resultado gustó. ¿Tuvieron algunas devoluciones de parte del grupo?

Caramuto: -Estuvimos muy ansiosos, pero la propuesta siempre les gustó. Lo primero que les enviamos fue el animatic. Lo que ellos nos preguntaban era si llegábamos con el tiempo (risas). En algún momento le pregunté a Martín (Millán) si el clip le había gustado a (Gustavo) Santaolalla y me dijo que sí. ¡No lo podía creer! Ya nos encargaron otro clip para otro tema, más clásico y parecido a “El fantasma”. “Ninja” es más heavy.

-¿Y cuánto tiempo tienen?

Caramuto: -¡Siete meses! Pero ya me puse a dibujar, es más sencillo.

Rosa: -Sí, porque la letra es de alguna manera el guión. En Ninja hubo que armar toda la historia, pero ahora ya podemos sumar gente, porque al mostrar este primer trabajo se genera una confianza mayor.

Entre las referencias más o menos ocultas (los denominados “easter eggs”) que el clip ofrece sobre otras canciones de Árbol, también hay citas localistas, “ligadas a San Lorenzo y que sólo nosotros conocemos, como el Convento de San Lorenzo y algunas calles”, cuenta Caramuto. “Están ocultas, si bien el clip no muestra ninguna ciudad en particular, tiene dentro una mini San Lorenzo”, agrega Rosa. Y Caramuto concluye: “¡Pintamos nuestra aldea!”.