La noticia policial indica que veinticuatro personas fueron detenidas en el club Deportivo Español por participar en un torneo de penales clandestino en el que se hacían apuestas ilegales y se prometían premios que iban desde dos millones de pesos en efectivo hasta autos de alta gama. Si bien la novedad podría sorprender, el historial del club, que supo pelear torneos de primera división durante los finales de los 80 y principios de los 90, está plagado de hechos llamativos, entre ellos un asesinato nunca resuelto y el escándalo que involucró a Generación Zoe, el emprendimiento de Leonardo Cositorto por el que se encuentra detenido y acusado de presuntas estafas.

Presidido por el polémico Francisco Ríos Seoane durante más de tres décadas, Español se codeó con los grandes del fútbol argentino y llegó a ser subcampeón en 1992. En paralelo, comenzaron sus hechos extrafutbolísticos, como el asesinato del dirigente opositor Ignacio Torres, que murió quemado y por el que Ríos Seoane llegó a estar preso casi tres meses, acusado de ser el instigador del crimen, auque luego resultó sobreseído. Al momento de ser detenido, el entonces dirigente intentaba escaparse con una valija llena de dinero. El autor material del hecho era empleado del club y del Hospital Español, propiedad de Ríos Seoane.

Con Ríos Seoane caído en desgracia e inhabilitado de ejercer cargos, el club, ya de regreso a las categorías de ascenso, apareció vinculado a la ignota fundación "Fair Play", que logró parar dos veces el fútbol argentino a partir de amparos presentados ante el juez Víctor Perrotta. La fundación, que luchaba contra la violencia en el fútbol, tenía sólo tres integrantes, no contaba con ninguna sede y su apoderado era el representante legal que patrocinó a Ríos Seoane en todas sus causas. Y el contador que le presentó los informes ante la Inspección General de Justicia para conseguir la personería jurídica era el perito de parte que participaba en las causas judiciales del dirigente gallego. La presunción era que Ríos Seoane buscaba presionar a la AFA y a la televisión con el parate del fútbol.

Antes de irrumpir en la política de Boca, Mauricio Macri pretendió comprar al Deportivo Español en 1993. En sociedad con los dueños de los derechos televisivos, la idea del expresidente era llevar al club a Mar del Plata, para aprovechar una plaza muy atractiva que en ese momento no tenía representación en la máxima categoría. Sólo la presión de los hinchas logró evitar el negocio.

Claro que la idea de Macri no tenía que ver con ninguna simpatía con el club del Bajo Flores. Unos años después, ya como presidente de Boca, lo utilizó como depósito de futbolistas de primera división que ya no quería en el plantel, con nombres como José Horacio Basualdo, Silvio Carrario, Sandro Guzmán o Raúl Peralta. Como Español no pudo pagar el préstamo de esos jugadores, Macri, a través de Boca, pidió la quiebra del club, lo que desembocó en la posterior clausura de las instalaciones y luego la venta de gran parte del predio.

Allí también se vio la mano del expresidente. La Corporación Sur, un ente de la Ciudad, ganó la licitación por las tierras del club en 2007 con la idea de construir en centro deportivo de alta competencia, una clínica del deporte y un complejo hotelero que nunca llegó a cristalizarse. Por el contrario, ya con Macri como Jefe de Gobierno, el predio se utilizó para que se instalara la escuela de la entonces Policía Metropolitana, con una pequeña parte en comodato para el club. Con Horacio Rodríguez Larreta en la Jefatura de Gobierno, la ciudad se encuentra en pugna por seguir avanzando contra las tierras del club.  

Tampoco las tragedias quedaron al margen. En enero de 2019, cuando intentaban cambiar tres termotanques de alta recuperación en un sótano de la pensión del club, dos personas, el gasista José Rincón y el dirigente Agustín Falco, murieron, mientras que  Daniel Villaroel, que los estaba ayudando, sufrió heridas de gravedad como consecuencia de una explosión. 

Hasta el allanamiento del domingo, las últimas dos noticias de alto impacto en las que estuvo involucrado Español tuvieron que ver con policiales: por un lado, la acusación contra Carlos Javier Torres, ex entrenador de fútbol femenino y miembro de la barra brava del club, que quedó detenido y procesado por el abuso sexual de una jugadora menor de edad y el sonado caso Cositorto-Generación Zoe, que se había convertido en el sponsor principal del equipo. “Zoe realmente es una empresa de una seriedad absoluta. Forma parte de nuestro club como main sponsor…", había dicho el club a través de un comunicado, horas antes de que el escándalo escalara y al CEO de la empresa lo emitieran un pedido de captura internacional que luego finalizó con su detención en República Dominicana.