Los autos valuados en más de 4,3 millones de pesos deberán pagar, a partir del 1 de junio, el impuesto al “lujo”, como consecuencia del ajuste de la base sobre la que se calcula ese tributo. Desde ese mes y hasta fin de agosto, los 0km por arriba de ese valor estarán gravados con la primera escala de los Impuestos Internos, que equivale a una alícuota del 20 por ciento. Este cambio se debe a que el monto que se toma para el cálculo impositivo pasará de los 2.648.609 pesos, que rige en la actualidad, a un valor de salida de fábrica o distribuidor de 3.016.156 pesos.
El número surge de un ajuste de 13,8 por ciento, correspondiente al aumento de los precios mayoristas de los vehículos en el trimestre de enero, febrero y marzo. A este valor imponible, de salida de fábrica o distribuidor, hay que sumarle el pago del 21 por ciento de IVA más el margen de comisión de la red comercial de 15 por ciento.
A raiz de las distintas formas de computar el gravamen y a la posibilidad de que se resigne ese margen, no hay un precio al público único, pero el valor de referencia ronda los 4.300.000 pesos. Hasta fin de mayo, los modelos que deben pagar la primera escala son los que se ubican por arriba de 3.770.000 pesos.
Este tributo afecta a modelos importados, pero también a varios nacionales y está pensado para gravar a los bienes suntuarios, aunque los vehículos que estarán afectados pertenecen a un segmento medio.
Los 0 km más baratos del mercado están cerca de los 3 millones de pesos. En el caso de la segunda escala, con una alícuota de 35 por ciento, la base imponible pasa de 4.889.740 pesos a 5.568.289. pesos. También, los precios de los modelos alcanzados, con este 35 por ciento adicional, provocan una suba de precio al público de 50 por ciento. En este caso, el precio de los autos que están alcanzados es de 8.000.000 pesos en la primera facturación. Es decir, las que hacen los importadores o terminales a la concesionaria.