Una mujer de 28 años falleció el 22 de abril pasado en el Hospital Juan Domingo Perón, en Tartagal, ciudad cabecera del departamento San Martín, luego del deceso de su hijo prematuro de 7 meses, quien nació tras una cesárea de urgencia.
Josefa Sambo era de la comunidad wichí Magdalena, ubicada a 12 kilómetros de La Puntana, en el municipio de Santa Victoria Este, departamento Rivadavia, ubicada en la frontera seca con Bolivia. El gerente del Hospital victoreño, Ariel Sosa, informó a Salta/12 que la mujer tenía cuatro niños más.
"Es la primera muerte materna del año" en ese área operativa, afirmó el gerente al indicar que la mujer había accedido a un último control que se basó en una muestra de sangre la cual detectó que estaba anémica. El control se realizó durante los primeros días de abril y, ante el cuadro, agentes sanitarios fueron a buscarla para hacerse una ecografía pero ella "no quiso acceder", dijo Sosa.
Añadió que, según lo indicó el agente sanitario de la zona, también había tenido un accidente cuando la moto que la trasladaba quedó sin una rueda.
Suele ocurrir con frecuencia que habitantes de comunidades indígenas sean reacios a asistir a los centros de salud. Las razones tienen que con las diferencias culturales, y la falta de aplicación del concepto de salud intercultural, que reclaman los pueblos originarios desde hace años. “(El actual) Es un sistema de salud absolutamente lejano, no solo por la distancia, sino por todo. Es distante, es inaccesible”, advierte la antropóloga Leda Kantor.
La información que proveyó el Ministerio de Salud de Salta parece confirmar esas lejanías. Se informó que la joven cursaba un embarazo de 29 semanas y fue captada en territorio por agentes de Salud Pública y de la organización civil Amtena.
Los datos oficiales detallan paso a paso las acciones médicas para intentar salvarle la vida. El 21 de abril ingresó a la guardia del Hospital de Santa Victoria Este, con "vómitos y ginecorragia, con más de 12 horas de evolución".
Ante este cuadro se decidió la derivación al hospital tartagalense donde se le diagosticó desprendimiento de placenta, shock hipovolémico con deshidratación grave e hiperémesis gravídica (náuseas y vómitos intensos). Fue sometida a una cesárea y luego le hicieron una "histerectomía subtotal" (una extirpación parcial del útero) y transfundieron sangre. Luego la trasladaron a terapia Intensiva, donde estuvo "afebril, normotensa (con tensión sanguínea normal), sin requerimiento de oxígeno".
El 22 de abril entró en paro cardiorrespiratorio y el equipo sanitario lo revirtió en un primer momento, pero su situación desmejoró porque estaba con "hipotensión severa".
Se informó que entonces fue evaluada neurológicamente y diagnosticada con "encefalopatía hipóxica con posible lesión cortical", es decir, una lesión cerebral. Tras ese diagnóstico, se llevaron a cabo distintas acciones para evitar el sangrado. Fue reingresada a la terapia intensiva ya "en mal estado general", y aunque le hicieron una nueva transfusión de sangre, no mejoró. Finalmente, falleció el 23 de abril, a las 7, tras un paro cardíaco refractario.
Salvo acciones esporádicas, el sistema de salud pública de la provincia es único, dirigido a población criolla e indígena, sin dar cuenta, en líneas generales, de la pluriculturalidad del territorio salteño, habitado por al menos 15 grupos poblacionales diferentes, entre la mayoritaria población "blanca" y 14 pueblos indígenas.
En 2020 en grupo de médicos indígenas encabezados por la médica wichí Tujuayliya Gea Zamora presentó una propuesta de experiencia de salud comunitaria, que buscaba sensibilizar en salud intercultural y posibilitar que las prácticas sanitarias se decidan con participación de las comunidades indígenas.
En septiembre de ese año el grupo fue contratado por la provincia para poner en práctica esta propuesta, que se basaba en la idea de que los médicos no deben esperar a los enfermos en los hospitales, sino que deben estar en los territorios. De septiembre a noviembre, mientras duró su contratación, el equipo visitó reiteradamente a 34 comunidades del área operativa de salud correspondiente a Santa Victoria Este, que cuenta con una población de 13.500 habitantes, entre urbanos, semi rurales y rurales. El 77% de estos habitantes son originarios, de los pueblos Wichí, Chorote, Chulupí y Qom.