La encuesta del Uso del Tiempo que presentó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) hace unos días, y que actualiza la información que se tenía de 2013, deja en claro que aún hay mucho trabajo que hacer en las provincias del norte argentino, puntualmente en las del Noroeste, que incluye a Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca y Santiago del Estero. En estas provincias la brecha entre varones y mujeres para realizar tareas no remuneradas es la más amplia del país.

Los datos se obtuvieron entre octubre y diciembre de 2021 e incluyen los grandes aglomerados de la Encuesta Permanente de Hogares, es decir, las 24 jurisdicciones más pobladas de cada provincia y sus alrededores, y seis localidades con 100.000 o más habitantes según el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas de 2010, que representa 28.520 hogares, de los cuales, 4.150 son del NOA.

A nivel nacional, el estudio arrojó que el 90% de las personas encuestadas es usuaria de medios de comunicación; el 50% realiza actividades de convivencia y recreación, y el 13,9% tiene alguna actividad vinculada al estudio.

A pesar de que se acortó algo la brecha, continúa siendo mayor la proporción de mujeres que realiza trabajos no remunerados, lo que hace que la tasa de participación en el trabajo total sea mayor a la de los varones (94,6% del tiempo a 90,2%). La estadística nacional indica que la actividad de las mujeres alcanza el 90% en el trabajo doméstico (a las que se suman las laborales remuneradas), mientras que para los varones es de un 68,3%. Y en las tareas de cuidado del hogar (de niñes o adultes de la familia), la participación de las mujeres supera el 30%, en tanto que los varones no llegan al 19%.

Pero en cuanto al trabajo en la ocupación y producción de bienes para el autoconsumo la ecuación se revierte en el total país, ya que el 55,5% la realizan los varones, y un 36,9%, las mujeres, de un total del 92,4% de la población económicamente activa que tiene algún tipo de trabajo remunerado. Repitiendo nuevamente los mandatos patriarcales para los que en las familias la mujer ocupa el lugar de “ama de casa” y el varón sale a realizar las tareas fuera del hogar.

Ahora, cuando la encuesta comienza a detallar por regiones, la del NOA, sigue siendo la más desigual entre géneros. En las 6 provincias que componen esa zona del país, se percibe la menor tasa de participación en actividades productivas (remuneradas y no remuneradas), el 88,9%; mientras que en las demás regiones siempre supera el 90% (91,5% la Pampeana; 92,4% Cuyo; 92,5% Noreste; 92,8% Patagonia, y 93,6% Gran Buenos Aires).

Pero de ese total de personas que realizan actividades de trabajo pagas o no, el Noroeste es el que muestra más diferencia entre varones y mujeres, con valores que alcanzan 84,9% y 92,4%, respectivamente. Esto se explica nuevamente por la cantidad de mujeres que realizan actividades no remuneradas en comparación con los varones, allí la brecha se hace aún más palpable.

Si bien las mujeres en el Noroeste muestran la menor tasa de realización de esas tareas en la comparación con las demás regiones (89,0%), se registra una diferencia de 23,7 puntos porcentuales respecto a los varones, que las hacen en apenas un 65,3%.

En ese ítem, se ubica en segundo lugar Gran Buenos Aires, con 18,4 puntos de diferencia (92,7% para las mujeres frente a 74,3% para los varones). Cuyo tiene una representatividad del 92,2% de mujeres en las tareas no remuneradas del hogar y el cuidado, contra el 75,6% de los varones. La región Pampeana, 89,6% contra el 75,3%, y la Patagonia, 93,3% versus el 76,6%.

Desagregando las tareas no remuneradas, en el Noroeste la mayor parte de las tareas domésticas las siguen realizando las mujeres con el 86,7%, mientras que el porcentaje de varones es del 60,4%. Y el 32% de las tareas de cuidado están a cargo de las mujeres y solo el 13%, de los varones.

Esa última brecha es por lejos la más amplia del país, solo seguida por el Noreste con el 18,8% de varones a cargo de las tareas de cuidado y el 35,2% de mujeres.

Por último, en cuanto al trabajo remunerado y actividades relacionadas (que incluyen tareas para el autoconsumo), la ecuación se invierte, siendo el 52% de los trabajadores varones, contra un 33,8% de mujeres sobre un total de 88,9% de personas que dijeron que realizan tareas remuneradas o que sirven para aportar dinero o bienes a la familia.

Es este caso, la diferencia es parecida en todas las demás regiones, siendo Cuyo la que más acentúa la diferencia, con el 57,9% de trabajadores varones, y el 34,3% mujeres, de un total de 92,4% de personas que realizan algún tipo de trabajo pago.