Un paciente mayor necesitaba un trasplante de corazón y discutió sus opciones con el doctor quien le dijo: “Tenemos el corazón de tres posibles donantes; digame cuál prefiere. El primero es un atleta joven y saludable que murió en un accidente automovilístico. El segundo es un empresario joven que nunca bebió ni fumó y murió en un asalto. El tercero es un abogado que murió luego de haber ejercido su profesión durante 30 años”. Entonces el paciente contestó: “Tomaré el corazón del abogado”. Luego de concretarse el trasplante el doctor le preguntó a su paciente porque había elegido a ese donante. “Fue fácil. Quería un corazón que no hubiese sido usado”, dijo el paciente.