A nueve meses de la condena a 26 años de prisión impuesta a Oscar Racco, quien durante 23 años sometió y redujo a servidumbre a María Eugenia, la Cámara Penal confirmó parcialmente la sentencia y modificó el monto de la pena a 20 años de prisión. La fiscal Luciana Vallarella indicó que se trata de una cuestión técnica en parte de la calificación penal, pero valoró que "se confirma la calificación de reducción a la servidumbre sobre todo teniendo en cuenta que no hay muchos fallos a nivel nacional que reconozcan este delito en un contexto de género, también se confirma la condena por el abuso agravado y hay una consideración del relato de la víctima y de la prueba producida desde la perspectiva de género. Hay una recepción importante, demuestra un cambio en el sistema judicial en la consideración de los hechos de género", señaló.
En su alegato, la Fiscalía pidió que la condena fuera por privación de la libertad en concurso real con reducción a la servidumbre (además del delito de abuso), "pero los jueces de primer instancia ya habían dicho que concurría idealmente (concurso ideal), y eso implica una reducción de la pena. La Cámara hace esa corrección", explicó la fiscal sobre el motivo de la modificación de la pena. Además, planteó que los camaristas toman en cuenta el agravante del uso de arma de fuego en el marco del delito de abuso sexual -situación que la víctima relató al momento del juicio- y que "se toma como agravante y se dan dos años más al pedido inicial que había sido de 18 años", detalló. También remarcó que "el mínimo de la escala penal eran 8 años y se lo está condenando a 20. La argumentación, en principio, no es irracional".
A lo largo de la resolución, José Mascali, Gustavo Salvador y Alfredo Ivaldi Artacho toman las figuras planteadas por la fiscal y valoran el relato de la víctima, que declaró durante 5 horas en el inicio del debate, en agosto de 2021. "En primera persona -pero también en soledad- trasuntó durante tantos años el padecer de los hechos que se imputaron a Racco. En casos como el presente, resulta primordial tener en cuenta especialmente lo que se da en llamar 'la voz de la víctima' (...)", dice el fallo, y habla de "entidad y verosimilitud" en sus dichos.
En ese sentido, cuestionan a la defensa: "Los achaques direccionados a tildar de arbitrario el decisorio por carecer de fundamentación no logran traspasar el umbral de la mera disconformidad".
Al mismo tiempo, el fallo califica como "acertada" la "segmentación en el análisis del Tribunal, que otorga una preeminencia indudable a los primeros momentos, a los inicios (del caso) durante un período que pudo considerarse aproximadamente en cinco años, en donde sin lugar a dudas la prevalencia psicológica del acusados hizo mella en la autonomía de la voluntad de la víctima (...) en donde la ascendencia de una de las partes hacia la otra logró quebrar esa autodeterminación de la voluntad, reduciéndola -como la propia víctima dijo- a un objeto al que (Racco) manejaba a su antojo, sin posibilidad de reacción alguna ante los aberrantes hechos a los que era sometida", teniendo en cuenta que en los primeros momentos de la relación ella tenía 19 años y él era 16 años mayor.
Luego analizaron "la privación de la libertad de la víctima resultó además de explicita, demoledora para la psiquis y erigiéndose al mismo tiempo en garantía para la obtención de los objetivos de dominación y sujeción" del condenado. También mencionaron los hechos de abuso, amenazas y extorsiones, incluso contra vida de su hijo (que tenía 2 años en 1996, cuando el acusado llevó a la mujer a su casa) y sus familiares. Además, consideraron los "signos de resignación" o de "encerrona trágica" de lo que habló el psicólogo de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas. Como así también de la "despersonalización, la cancelación de la identidad de la víctima, a quien (el acusado) comenzó a hacer vestir con ropas de hombre, cortándole el pelo y llamándola Lucia Puccio".
Si bien durante años la víctima no creía que alguien pudiera ayudarla o "salvarla"; la tarde del 8 de mayo de 2019 aprovechó una descompostura de Racco, que tiene 60 años, y salió de la casa a buscar ayuda.