Los mercados internacionales siguen a la expectativa del anuncio de esta semana de la suba de tasas de la Reserva Federal (banca central de Estados Unidos). Esto está generando una importante volatilidad en los activos bursátiles globales. Se espera que la autoridad monetaria estadounidense anuncie un incremento de 50 puntos básicos esta semana. El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años llegó a registrar en los últimos días que lo ubicaron casi en 3 por ciento, una cifra similar a los rendimientos de los bonos a 5 años.
Las acciones del Nasdaq y del Dow Jones subieron este martes levemente un 0,5 por ciento. Pero en ruedas anteriores experimentaron caídas importantes, que hacen que en el acumulado del año estos índices bursátiles registren una merma de entre 10 y 20 por ciento. Algunas firmas tecnológicas fueron las más golpeadas por la presentación de balances trimestrales.
La suba de la tasa de interés de la Reserva Federal genera preocupaciones entre los inversores debido a que puede impactar en los niveles de crecimiento esperado de la economía norteamericana y de otros países desarrollados y no desarrollados. El dato de contracción del PIB trimestral de Estados Unidos de -1,4 por ciento fue más importante de lo esperado y potenció la especulación.
Algunos bancos como el Deutsche Bank aseguran que la recesión es inevitable. La perspectiva es que para finales de este año la economía de Estados Unidos entre en una fase recesiva de actividad, la que podría alargarse durante 2023. Se trata de un escenario que tampoco puede descartarse en las economías de la Zona Euro tras el impacto de la guerra. La suba de los precios de los alimentos pero sobre todo de los precios de la energía provocó fuertes desequilibrios.
En este contexto los países emergentes muestran también volatilidad porque pueden ser afectados por una salida de capitales hacia activos de refugio, y por el impacto de que se encarezca las tasas de interés de sus deudas. Este martes las acciones que siguen a las empresas de mercados emergentes subieron levemente un 0,7 por ciento pero en lo que va del año bajan más del 12 por ciento.
Los mercados de acciones y de bonos argentinos no se encuentran ajenos a esta volatilidad, a lo cual se suma además un efecto de incertidumbre interno. La bolsa porteña marcó un rebote del 2,3 por ciento en la jornada pero no consigue sostener la tendencia a la suba con el correr de los días. En el año viene creciendo por debajo de la inflación, que se aceleró en los últimos meses.
Por el lado de los bonos soberanos también hubo este martes un fuerte rebote, y algunos títulos llegaron a aumentar casi 4 por ciento en la jornada. El riesgo país se ubicó 1,3 por ciento debajo de la rueda previa, en 1795 unidades. Sin embargo, al igual que ocurre con el mercado de acciones las subas no logran sostener y el riesgo país gravita entre los 1700 y los 1800 puntos hace meses.
En el plano cambiario, hubo un avance del dólar blue de 2 pesos con 50 centavos, con lo cual se ubicó en 203,50 pesos. A diferencia de este desempeño, el dólar contado con liquidación bajó 1,2 por ciento, para cerrar en 208,60 pesos. El Banco Central consiguió comprar 50 millones de dólares y se suman a los 190 millones que se habían adquirido el lunes. Estas divisas permiten reforzar las reservas de la autoridad monetaria. En dos días se compraron 240 millones.
En el mercado, no obstante, miran de cerca las dificultades para incrementar con fuerza el nivel de reservas internacionales, lo que se explica en parte por la complejidad de acumular saldo excedente del intercambio comercial en un contexto que suben las importaciones por la reactivación de la economía, salen más divisas por turismo al exterior en la medida que se normalizan los viajes luego de la pandemia, y se realizan pagos de deuda a organismos internacionales.