El jefe de Gabinete de la Secretaría de Estado para Personas con Discapacidad de Haití y su chofer, además de un pastor, fueron secuestrados en Puerto Príncipe, la capital del país caribeño inmersa en una ola de violencia e inseguridad.
"La Secretaría de Estado para la Integración de Personas con Discapacidad lamenta anunciar que unos bandidos fuertemente armados se han apoderado de dos vehículos de la institución y han secuestrado al director de Gabinete y a uno de los conductores de la Secretaría de Estado", anunció la institución que exigió la urgente liberación de los empleados públicos, sin ofrecer otros detalles del incidente, reportó la agencia rusa de noticias Sputnik.
Medios locales informaron después la retención del pastor Alcero Marc Arthur en la Route des Freres, avenida que atraviesa de norte a sur la capital.
Delito en alza
Este tipo de casos aumentó en los últimos meses, mientras organizaciones de derechos denunciaron más de mil secuestros durante 2021 y más de 200 en lo que va de año.
El domingo último el gobierno de República Dominicana denunció el rapto de su agregado comercial en Haití, Carlos Guillén Tatis, quien se encontraba desaparecido desde el viernes cuando se dirigía al municipio dominicano de Jimaní, del otro lado de la frontera.
Medios de ese país aseguraron que los secuestradores piden un rescate de 500.000 dólares, mientras desde Santo Domingo reclamaron a sus pares en Haití una investigación que conlleve al regreso "sano y salvo" del funcionario. Las autoridades locales aún no se pronunciaron.
Bandas armadas
Los recientes secuestros ocurren cuando las bandas armadas que controlan las zonas periféricas de la capital escalaron sus enfrentamientos, y los residentes de esas áreas abandonan sus viviendas en estampida.
Los choques hostiles se intensificaron desde la semana pasada y dejaron al menos una veintena de civiles muertos, según un informe gubernamental. No obstante, organizaciones sociales aseguran que la cifra es aún mayor.
El resurgimiento de la violencia, con aumento de secuestros y asesinatos y bandas armadas que se disputan zonas estratégicas del país, provocó desplazamientos forzados y la muerte de decenas de civiles, advirtió Protección Civil de Haití.
Pandillas
Varias familias haitianas se ven obligadas a huir de sus hogares a causa de esta violencia encabezada por las pandillas '400 Mawozo' y 'Chen mechan' ('Perros Malos'), con mayor intensidad en la zona de 'Plaine de Cul de sac', en el norte y noreste de Puerto Príncipe.
El Grupo de Trabajo sobre la Seguridad (GTS) de Haití solicitó "urgentemente" al primer ministro, Ariel Henry, que declarase el estado de emergencia durante un mes, tras los enfrentamientos entre bandas armadas que dejaron al menos 20 civiles muertos entre el 24 y el 27 de abril. El comunicado del organismo también alertó que una docena de casas fueron quemadas en los barrios de Marécage y Butte Boyer en Puerto Príncipe.
Vacío de poder
Desde el magnicidio del presidente, Jovenel Moise, el pasado 7 de julio, la convulsa situación política y económica de Haití se vio aún más golpeada. El vacío de poder degeneró en una crisis de seguridad, con asesinatos y secuestros a diario. El mandato del primer ministro, Ariel Henry, terminó oficialmente el 7 de febrero, lo que ha incrementado la crisis de legitimidad en el país y los problemas económicos.