El ex general Ramón Genaro Díaz Bessone, uno de los principales represores de la ciudad de Rosario, murió a los 91 años. Fue comandante del Segundo Cuerpo del Ejército, ministro de Planeamiento de Jorge Rafael Videla y uno de los principales “teóricos” en los que el gobierno de facto se apoyó para cometer el genocidio del que nunca se arrepintió.
Díaz Bessone había sido condenado e indultado en 1989 por el gobierno de Carlos Menem hasta que en 2005, durante el gobierno de Néstor Kirchner, fue procesado por delitos de lesa humanidad y siete años más tarde condenado por su responsabilidad en los crímenes cometidos en Servicio de Informaciones (SI) de la jefatura de la Unidad Regional II de esta ciudad. En las actuaciones se le imputaron 38 delitos de privación ilegítima de la libertad en concurso con tormentos y 15 casos de desaparición forzada de persona.
Nacido en Mendoza, donde fue interventor provincial, estuvo a cargo de varios centros clandestinos de detención en las provincias de Santa Fe, Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes y Entre Ríos.
Antes de ser condenado en 2012, admitió haber ingresado al país los preceptos de la escuela francesa sobre desaparición de personas. Se lo acusó de haber participado en al menos un centenar de casos de desapariciones y violaciones a los derechos humanos.