El gobernador del estado de Oklahoma (EE.UU.), Kevin Stitt, firmó este jueves una ley estatal que limita el aborto después de las seis semanas de gestación, una de las normas más restrictivas del país.
“Quiero que seamos el estado más pro-vida del país porque represento a cuatro millones de habitantes que, en su gran mayoría, quieren proteger a los no nacidos”, escribió el gobernador Stitt en Twitter tras firmar la ley.
De esta manera, Oklahoma se suma a las iniciativas de otros estados republícanos para restringir este derecho, en medio del debate que se da a nivel nacional sobre la temática y luego de que la prensa filtrara el borrador de un fallo de la Corte Suprema en el que se anularía un histórico fallo de 1973 que consagró el derecho al aborto en todo Estados Unidos.
En Oklahoma, la medida entró en vigor de inmediato con la firma de Stitt, mientras que la Corte Suprema local rechazó una solicitud de emergencia para frenar temporalmente la iniciativa.
"Mientras la ley esté en vigor, que ahora lo está porque el gobernador la firmó, los servicios para la interrupción del embarazo después de la sexta semana prácticamente no estarán disponibles”, denunció Rabia Muqaddam, abogada del Centro de Derechos Reproductivos, con sede en Nueva York, que representa a los proveedores de aborto de Oklahoma en el caso.
Y agregó: “Es una pérdida a corto plazo, pero tenemos la esperanza de que la Corte Suprema de Oklahoma aún nos conceda un respiro”.
La nueva ley prohíbe abortar una vez que se detecta actividad cardíaca en un embrión, lo que muchos expertos aseguran que ocurre más o menos a las seis semanas de embarazo, antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.