El último informe del Sindicato de la Industria Cinematográfica (SICA) revela que el 62 por ciento de los puestos de trabajo del sector lo ocupan varones y solo el 38 por ciento, mujeres, aunque ellas son mayoría entre quienes egresan de carreras audiovisuales. Hay dos áreas dentro de los equipos técnicos donde la brecha de género es abrumadora: en los cargos de dirección de Fotografía y de dirección de Sonido apenas llegan al 16 y al 12 por ciento, respectivamente. Además, las áreas donde están sobre-representadas –como maquillaje y vestuario-- tienen los salarios más bajos. Y solo dos de cada diez películas producidas con subsidio estatal en el país son dirigidas por una mujer. “Hay una deuda histórica tanto del Estado como en el sector con las mujeres y las disidencias”, advierte la directora y productora audiovisual Susana Nieri, integrante de la colectiva Cartelera Transfeminista, de PCI Género y de la Asociación de Productores Audiovisuales de Córdoba (APAC). Con este diagnóstico como punta pie inicial, se presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley que promueve la equidad de género en la industria cinematográfica y audiovisual. Lo impulsa la diputada del Frente de Todos Gabriela Estévez. “Va a tener una acompañamiento amplio de nuestro bloque y de otros”, adelantó la legisladora y destacó que tendrá respaldo “transversal” del arco político.
Se trata de una iniciativa conjunta entre la Comisión de Género de la Asociación de Directores de Cine PCI Argentina, con el Departamento de Géneros y Diversidad Sexual de la Cámara baja, junto a la diputada Estévez.
“Ataca los dos blancos donde estamos con gran inequidad en la industria audiovisual: el ámbito laboral para poder garantizar equidad en los puestos de trabajo y en la distribución de los fondos y el fomento”, explicó a Página 12 Luján Loioco, directora de audiovisuales e integrante de la comisión de Género de PCI.
“Si bien las mujeres son mayoría en calidad de formación y egreso de las carreras de cine y audiovisual, una vez que dejan las escuelas e intentan ingresar a la carrera profesional en la industria, ocupan menos cantidad de puestos de trabajo y en los peor remunerados”, resumió Nieri, cineasta especializada en temas de género y directora de “Ella se lo buscó” y “Gotas de lluvia”, entre otros films.
Aunque quedó solapado, el reclamo por equidad de género en el sector audiovisual fue parte de los reclamos que derivaron en la escandalosa salida del cineasta Luis Puenzo como Presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).
“Es necesario profundizar la mirada y aceptar que la baja representación de mujeres está íntimamente ligada a la falta de una política pública que impulse y fomente una igual participación de varones, mujeres y personas de la disidencia sexo genérica en todos los ámbitos de la industria”, señaló Loioco.
¿Qué dice el proyecto?
El proyecto de ley de equidad de género en la industria cinematográfica y audiovisual argentina se ordena a partir de dos principios rectores: el Principio de Equidad de Género y el Principio de Igualdad de Oportunidades. “El primero tiene como objetivo promover la equidad en la llegada y permanencia a los puestos laborales y de liderazgo; el segundo busca garantizar la igualdadde acceso al fomento y a todo tipo de beneficio económico, de origen público, para el desarrollo de proyectos en la industria cinematográfica y audiovisual”, señalóLoioco. A su vez, la iniciativa se implementa con una doble modalidad: por un lado propone un Régimen de cumplimiento obligatorio para el Instituto Nacional de Cines y Artes Visuales (Incaa) y cualquier otro organismo de gestión estatal y, por otro lado, propone un Régimen de promoción e incentivos para aquellas empresas, productoras y organizaciones de gestión privada que elijan adecuarse a la normativa que la ley sugiere.
“Es un texto inicial para invitar a sumarse al debate”, aclaró Nieri.
--¿Cuáles son los obstáculos que consolidan estas inequidades en el sector cinematográfico y audiovisual? –le preguntó Página 12.
--Hay muchos pero uno es fundamental: Cómo piensa una casa productora o un productor independienteal amar su equipo técnico-artístico. Esa primera barrera, que es simbólica, que es mental, tiene que ver con la mirada y los prejuicios asociados a que una mujer no puede filmar, que el cine de mujer tiene determinadas características. Hay un canon en el cine como en otras artes que es masculino. La historia también está contada por esa masculinidad hegemónica –respondió Nieri.
Y agregó: “Hablamos de equidad porque no podemos hablar más en términos binarios. La palabra equidad se acerca más a la igualdady responde a la diversidad. Esta ley intenta conquistar más derechos no solo para las mujeres sino también para las disidencias”.
La iniciativa, indicó la diputada Estévez sigue el camino de otras leyes ya sancionadas para desarmar las desigualdades en otros ámbitos de la cultura y los medios como la de Cupo Femenino de Festivales y la de Equidad de Géneros en Servicios de Comunicación (esta última nunca fue reglamentada).
El modelo sueco
Suecia es el único país donde se logró la equidad de género en este sector, a partir de una serie de medidas y políticas promvidas por el Instituto de Cine Sueco bajo la conducción de Anna Serner (renunció en 2021 después de una década) quién le impuso a su gestión perspectiva de género: en solo tres años el número de películas dirigidas por mujeres y financiadas por el organismo aumentó del 26% en 2012 a un 50% en 2015 y en 2016, creció al 64 por ciento.
¿Cómo se logró?
En distintas entrevistas Serner explicó que primero apuntó a desarmar el mito de que no existen directoras competentes y para eso creó rápidamente una plataforma web para dar a conocer a las mujeres realizadoras. Los otros mitos que quiso derribar fueron que las directoras no llegan a hacer una segunda o tercera película y que hay más hombres que aspiran a convertirse en directores. La ex CEO del Instituto Sueco de Cine ha dicho."no es verdad, […] las mujeres jóvenes desean ser directoras, pero no creen que vaya a ser posible. Y no lo creen porque cada vez que le dicen al mundo que quieren ser directoras de cine escuchan la frase '¿Sabes lo duro que es eso?', así que poco a poco se las va empujando hacia abajo y su autoestima va menguando mientras los hombres escuchan frases como '¡Oh! ¿Quieres ser director? Es muy duro, pero también es fantástico. Seguro que lo lograrás'". Para desarmar esas creencias falsas instaladas en el sector, Serner impulsó un programa especial dedicado a las escuelas y universidades, dirigido a fomentar el deseo de muchas adolescentes y jóvenes que tienen ganas de ser realizadoras pero que luego, por diversas causas, lo pierden. Y también promovió la realización de foros y encuentros, para que las directorassean a defender ante distribuidores y comités de selección sus trabajos.No hay que pensar en cuotas, sino centrarnos en la calidad de los proyectos y está demostrado que las mujeres son iguales a los hombres en este campo”, explicó en su momento Serner.Lamentablemente cuando dejó su puesto el año pasado, no se continuó con su legado.
¿Qué pasa en Hollywood?Apenas una muestra pueden ser los premios Oscar: en la última entrega, la neozelandesa Jane Campion ganó el premio a la Mejor Dirección por su trabajo en “El poder del perro”. Se convirtió así en la tercera mujer en obtener el galardón en esa categoría a lo largo de 94 ediciones de los premios, luego de ChloéZhao, que ganó por “Nomadland” en 2021 y KathrynBigelow, por “HurtLocker” en 2010. Solo tres desde 1929.