Hasta ahora el único imputado por el femicidio de Cecilia Basaldúa es Lucas Adrián Bustos, quien está detenido desde abril de 2020, cuando apareció el cuerpo de la joven mochilera de 36 años en Capilla del Monte, Córdoba. Según el papá de Cecilia, Daniel Basaldúa y las organizaciones que acompañan el juicio, condenar a Lucas significaría cerrar la investigación sin tener en cuenta las pruebas existentes y sin establecer la verdad de lo que pasó con Cecilia.
Desde la ciudad cordobesa de Cruz del Eje, las agrupaciones que acompañan el juicio y que se autodenominan Justicia por Cecilia, explicaron que la segunda jornada del juicio contó con los testimonios de las médicas forenses Elina Moretta y Victoria Kabadin Yonson, de los efectivos policiales Patricio Gigena y Juan Manuel Casado, del bombero Pablo García y del sargento de la Brigada de Investigaciones de la policía de Capilla del Monte, Emanuel Caleb Alba.
“En esta audiencia quedó en evidencia aquello que la familia Basaldúa denuncia desde el primer momento: durante la instrucción nunca se investigó seriamente a Mario Mainardi (el dueño de la casa donde paraba Cecilia). El testimonio de las médicas forenses, además, dejó planteada la imposibilidad de establecer si el cuerpo de Cecilia fue o no trasladado al campo donde fue hallado. Párrafo aparte merecen los obstáculos que nuevamente se pusieron desde el Tribunal para el ingreso a la sala a periodistas y organizaciones que acompañan a la familia de Cecilia, a pesar de tratarse de un juicio oral y público”, explicaron.
La Mesa de organizaciones feministas, sociales y de derechos humanos que acompañan a la familia Basaldúa informaron además que “este martes se encontraron obstáculos en el ingreso al recinto de las partes implicadas y los medios de prensa, con lo que por segundo día consecutivo se vuelve a opacar la garantía de transparencia de un proceso que ya de por sí fue elevado a juicio con notables falencias e irregularidades”.
La Mesa está conformada por el Movimiento Plurinacional de Mujeres y Disidencias de Capilla del Monte, la Asamblea Ni una menos de Córdoba, las Feministas del Abya Yala y el equipo de Justicia por Cecilia Basaldúa.
En el ingreso, según cuentan, la policía no permitía el acceso a los Tribunales de Cruz del Eje a las abogadas de la familia Basaldúa -Giselle Videla y Daniela Pavón-, sin dar explicaciones claras. “Esta situación fue expuesta ante el fiscal Sergio Cuello, quien se mostró sorprendido ante el hecho. Los periodistas acreditados en la sala contigua a la de audiencias tampoco pudieron ser testigos de lo que ocurría dentro por algunas horas, ya que no se habilitaron los televisores que transmiten los testimonios en la sala espejo. La familia de Lucas Bustos directamente no fue autorizada a ingresar para seguir la audiencia”, dijeron desde Cruz del Eje.
Un sospechoso que jamás fue investigado
De acuerdo a la mirada de las médicas forenses Elina Moretta y Victoria Kabadin Yonson, no se pudo establecer con exactitud la fecha de muerte de Cecilia ni si su cuerpo fue trasladado. Entre sus aportes a la causa figura el hecho de que el cuerpo no presentaba marcas de agresiones de animales, lo que permite descartar que el cuerpo haya estado mucho tiempo en el lugar donde fue hallado. Si bien no se pudo establecer con exactitud la fecha de muerte de Cecilia, podría ser de aproximadamente quince días antes del 25 de abril, cuando fue encontrado. Las médicas concluyen que Cecilia tenía signos de haberse defendido.
Los testimonios policiales tuvieron inconsistencias y contradicciones. Patricio Gigena, cabo de la policía de Capilla del Monte declaró que no se acordaba de muchas cosas respecto al caso, pero contó que el día 25 de abril de 2020 a las 15 aproximadamente desde la comisaría le indicaron que debía presentarse en el campo de Walter Luna. “En esta oportunidad declaró que al acercarse al lugar donde fue hallado el cuerpo (del que se mantuvo a una distancia de 15 metros) sintió mucho olor a descomposición. Sin embargo, en su testimonio de este martes, el fiscal Cuello le hace notar una contradicción respecto a su anterior declaración, en la que solo describe lo que vio, sin hacer alusión al olor”, dicen desde la Mesa de organizaciones feministas, sociales y de derechos humanos que compaña el juicio. Gigena expresó entonces que no recuerda si sintió o no el olor.
También declaró Juan Manuel Casado, policía de Córdoba, quien explicó que entrevistó a Mainardi la medianoche del 8 de abril, durante media hora en la vereda de su casa. “En esa oportunidad, Mainardi le dijo que, por la pandemia, le había dado alojamiento a Cecilia, y que ella se fue de su casa con un brote psicótico. Casado invita a Mainardi a realizar la denuncia en la comisaría, y cuando éste concurre a la misma, lleva una netbook negra y el teléfono celular de Cecilia”, informa la Mesa.
El último testimonio de la jornada fue el de Emanuel Caleb Alba, sargento de la Brigada de Investigaciones de la policía de Capilla del Monte, a quien se le comisiona el día 8 de abril a realizar un patrullaje por la zona cercana a la casa de Mainardi, luego de la entrevista que este último tuvo con Casado. El día 9 se realizan dos allanamientos en la casa de Mainardi, uno por la mañana y otro por la noche, por indicación del subcomisario Ariel Zárate. El operativo de la mañana lo realizó el comisario Claudio Ponce, y allí se secuestraron una mochila con libros y cuadernos, ropa y herramientas de artesanía que se hallaban sobre un colchón ubicado en el comedor de la casa. Todo lo hallado quedó en la comisaría. Alba entrevista a vecinos de Mainardi, algunos de los cuales manifiestan haber visto a Cecilia y su carpa. Cuenta también que patrullaron pueblos vecinos.
Por la noche se produce el segundo allanamiento, en el que las pruebas de Luminol muestran rastros de sangre. El sargento explica también que al día siguiente de estos hechos, Mainardi se estableció en la casa de Tatiana, su novia, donde se realiza un nuevo allanamiento y se encuentra la melódica de Cecilia. Tanto las organizaciones feministas y de derechos humanos, como el papá y la mamá de Cecilia, en estos días, con estas declaraciones queda demostrado que nunca se investigó seriamente a Mainardi.
“Queremos que se llegue a la verdad, que se sepa qué paso con nuestra hija, porque estamos seguros que falta investigación. Agradecemos el acompañamiento de todas las organizaciones presentes”, dijo desde Córdoba Daniel Basaldúa, el papá de Cecilia.