El jefe de Gabinete del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jorge Ruiz, rechazó este jueves la idea de impulsar un impuesto a la “renta inesperada”. El proyecto comenzó a tomar envión cuando, producto de la guerra en Ucrania, el precio de los commodities se disparó de manera repentina.

Para Ruiz, los productores “no tenían cosecha en su poder para imaginar una renta inesperada”. Además, el histórico de la Federación Agraria Argentina (FAA) de Entre Ríos señaló: “Estamos constantemente luchando con los valores internacionales de los fertilizantes y herbicidas”.

“Todo eso nos hace pensar que los productores agropecuarios ni tuvieron ni van a tener una renta impensada. Nos pareció en su momento que aumentar las retenciones del trigo, el maíz o la carne era desalentar la producción cuando lo que precisa Argentina y el mundo es lo contrario. Fue el camino que tomamos, compartida por el Ministro y el Presidente”, reveló.

Peligra la producción de carne

Por otro lado, Ruiz se refirió a la presentación de los detalles del Plan GanAr, a cargo del ministerio de Agricultura. La iniciativa tiene por objetivo contribuir al aumento de la producción y de la productividad de la ganadería bovina de carne y de leche.

“Nosotros arrancamos con un diagnóstico perfectamente claro: hace 30 años que la producción de carne en Argentina está estancada. Si seguimos de la misma manera, en poquitos años no solamente no vamos a poder exportar, sino que tampoco va a alcanzar para el consumo interno”, señaló el funcionario de forma contundente.

Y añadió: “Entonces empezamos a trabajar en lo que creemos que se va a transformar en un crecimiento de la producción de carne. No crecimiento de la cantidad de cabezas, pero sí de la producción de carne”.

El productor agropecuario destacó que esta idea de mejorar la producción sin un aumento sustancial en la cantidad de cabezas tiene que ver con las inquietudes que hicieron llegar los espacios vinculados a la ecología.

Estamos mirando muy atentamente los temas ecológicos, de carbono, algunas objeciones que fueron haciendo. Entonces la idea es no aumentar la cantidad de cabezas y de madres, pero sí la cantidad de terneros y de pesaje”, remarcó.

Las tres estrategias centrales

Finalmente, el jefe de Gabinete del ministerio de Agricultura repasó los tres aspectos centrales del plan anunciado.

En primer lugar, destacó que hay una diferencia respecto a “la cantidad de terneros que se producen respecto a la cantidad de vacas que tenemos”. “Tenemos un porcentaje de destete de terneros que no llega al 62 por ciento”, comentó.

Dijo que se trata de porcentaje muy bajo, “a pesar de que tenemos que tener en cuenta que hace años se corrieron las líneas ganaderas a las zonas marginales donde hay pastos de menor calidad”.

El otro puno a trabajar tiene que ver con el momento de la faena: “En Argentina, sobre todo en Buenos Aires, se han acostumbrado a consumir un animal de muy temprana edad. Un ternero de 320 kilos. Esos terneros los comemos y no los esperamos, seis meses para poder faenarlos con 450 kilos, cuando tendríamos una calidad de carne similar”.

Finalmente, la última pata del plan sería la que está vinculada a créditos a tasas subsidiadas para productores bancarizados, líneas de fondos rotativos para las provincias y un sistema federal de asesoramiento y seguimiento por parte de grupos de especialistas.