“Tuve otra opción que salir a los medios porque la justicia no me da respuesta”, dijo la mamá de una niña que debe ver a su abuelo paterno, denunciado por abuso sexual simple, a pocos metros de la casa de su abuela materna porque la justicia le otorgó la libertad. La denuncia mediática que nuevamente, no expone a los agresores sino a las víctimas, apunta a la jueza de Instrucción, del Juzgado Nº 1 de Violencia de Género y Protección Integral de Menores, Jésica Díaz Marano y a la de la Cámara Tercera, Sara López Douglas.
“Hace casi 7 meses he denunciado al abuelo paterno de mi hija por abuso sexual simple agravado por ser ascendiente” contó Emelí Ana a La Rioja/12. Luego de un informe psicológico que determinada indicios de abuso sexual decidió radicar la denuncia y en la causa tiene intervención la jueza de Violencia de Género y Protección Integral de Menores, Jésica Díaz Marano. El abuelo paterno fue detenido y luego excarcelado. “La denuncia surgió de un informe de la psicóloga de mi hija y fui a denunciarlo porque había indicadores de abuso y lo único que hubo fue la realización de la Cámara Gesell y la indagatoria del hombre acusado. Hemos pedido en reiteradas ocasiones que declare la psicóloga de la niña y también se pidió mi declaración. Al hombre le sale la orden de detención, y hace dos meses, la Dra. Jésica Díaz Marano con fundamentos muy escasos le concede la excarcelación con una restricción que es imposible de cumplir porque su casa está cerca de la de mi mamá, lugar donde van mis hijas todos los días. No pueden salir andar en bicicleta”, afirmó.
Ana aseguró que la Cámara Gesell fue determinante: “la testimonial de la nena es muy clara”. “Cuando recordó un hecho puntual, logró identificar al agresor y cuando le contó a su padre no solo lo omitió, sino que la expuso al abusador”, relató y agregó que sobre el padre también pesa una denuncia por lesiones leves y maltrato infantil.
Al momento de la excarcelación, presentaron un recurso de apelación para impugnarla y la jueza de la Cámara Tercera, Sara López Douglas primero hizo lugar y tres días después, la declaró inadmisible. Fueron entonces con recurso de reposición para que la madre sea escuchada en representación de su hija. “Me citan a la audiencia y luego de esperar una hora salió la secretaria y dijo que solamente labraría un acta sin la presencia del fiscal y la jueza quien debía escucharme”, expresó. Emelí también fue la Secretaría de Superintendencia y Control Judicial que depende del Tribunal Superior de Justicia para exponer la situación.
“El abuso sexual es terrible y el daño que causa también. Y que este libre a 100 metros de la casa de mi mamá que es la persona que me ayuda, es revivir el abuso todos los días. Tengo al abusador de mi hija viviendo a pocos metros. Violan derechos constitucionales, derechos de las víctimas, no me dejaron hablar, no me dejan presentar herramientas técnicas; entonces no tuve otra opción que salir a la prensa” sostuvo Emelí. “Soy la hija de una juez del Tribunal Superior y estamos hablando de justicia”, dijo sobre Claudia Ana que integra el máximo órgano judicial de La Rioja.