La historia del hotel Saratoga donde se reportó la explosión este viernes en Cuba se remonta a 1933. Ubicado sobre la calle Prado de La Habana vieja, originalmente el edificio fue concebido para la construcción de vivienda, almacenes y casas de huéspedes. La construcción donde se emplazaba el hotel fue diseñada por un comerciante español, Gregorio Palacios, que impulsó su construcción entre 1879 y 1880.
Según recuerda un artículo publicado por el diario cubano Granma, el edificio tenía tres plantas: originalmente, en la planta baja había un almacén de tabaco, tienda y zaguanes de entrada a las cuatro casas que ocupaban la segunda planta. Y la tercera, finalmente, era destinada al hotel, donde había 43 habitaciones y un salón comedor.
Convertido desde 2005 en un hotel de lujo y cinco estrellas visitado por turistas de todo el mundo, en los últimos años, a partir del deshielo parcial de la relación entre Cuba y los Estados Unidos se incrementó la cantidad de turistas estadounidenses. En ese contexto, fue que contaron con la presencia de las cantantes Beyoncé y Madonna.
Sin embargo, hace casi 90 años ya muchos lo conocían como uno de los más confortables de La Habana. Incluso, en la década del 1930 era un sitio de encuentro para músicos selectos, bandas y orquestas que atraían gran cantidad de público.
Hasta la explosión de este viernes que lo derrumbó casi por completo el edificio conservaba su fachada original, aunque con un poco de deterioro. Sin embargo, al interior el Hotel Saratoga había sufrido una importante transformación, tanto que hasta se perdieron algunos rasgos originales de la construcción.
De todos modos, mantenía rejas y la carpintería francesa y las celosías de madera originales, así como algunas de las columnas que le aportaban una imagen imponente. Hasta la década de 1960 se mantuvo en importante actividad. Sin embargo, con la llegada de la Revolución y el Gobierno de Fidel Castro se convirtió en un edificio de viviendas con muchas divisiones.
Tras obras que se demoraron varios años, el Hotel Saratoga fue reabierto en 2005 con la categoría de cinco estrellas, 96 habitaciones, dos restaurantes, tres bares, piletas y hasta un centro de negocios.