Miles de personas participaron este sábado en el centro porteño de una nueva edición de la Marcha Mundial de la Marihuana, que se replicó en otras ciudades del país y que cada año se repite a nivel internacional, para reclamar la despenalización total del cultivo y uso del cannabis. Esta vez tuvo un condimento adicional, se realizó dos días después de que la Cámara de Diputados aprobara la ley que promueve la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial.
Desde el mediodía, en la Plaza de Mayo se congregaron referentes de diversos espacios políticos y sociales que se sumaron a la marcha, con el pedido, además, de que el Estado incorpore recursos para la investigación y la aplicación médica de los derivados del cannabis.
Entre las organizaciones estaban Mamá cultiva, Flores de diversidad, Autocultivo Juventud Roca, No más presos x cultivar Zárate, Organización cannabicultores del Sur, Cogollos del Oeste, Línea divergente, entre otras.
Valeria Salech, fundadora de Mamá Cultiva y mamá de Emiliano -que tiene epilepsia refractaria- consideró que la norma aprobada este viernes por la Cámara Baja es "una buena noticia porque va a complementar" la Ley de Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus Derivados.
“Esta ley tenía un techo porque promovía las investigaciones médicas y científicas, pero no generaba acceso a terapias, para las cuales se requiere a mediano y largo plazo la generación de una industria tanto para el uso medicinal como para el empleo industrial", consideró.
Desde Flores de la Libertad - un grupo "cannábico solidario", según sus participantes- destacaron los avances que hubo con la reciente ley aprobada por el Congreso. Aunque todavía, dijeron, hay “grises legales" para todas aquellas personas que están detenidas por cultivar.
Una feria cannábica en Congreso
La marcha fue de Plaza de Mayo hacia el Congreso, donde se montó una feria con distintos emprendimientos que ofrecían alimentos y repostería con marihuana, vendían artesanías y todo lo necesario para el consumo. También hubo un escenario donde tocaron Djs y se manifestaron los referentes de organizaciones cannábicas del país.
En la Plaza de los dos Congresos se montó una feria en la que distintos emprendedores ofrecieron alimentos veganos y propuestas de repostería con marihuana, pipas, picadores, boquillas, pipas de agua y diferentes artesanías con alusiones cannabicas.
Sobre el césped, numerosos grupos compartían rondas de mate y cigarrillos de marihuana, mientras se daban charlas sobre recomendaciones de cultivo o intercambio de producciones domésticas.
Gabriel, un empleado administrativo que vino desde San Martin junto a sus amigos, contó que "cuando era más pibe el tema del porro era difícil blanquearlo en casa, pero en estos años se avanzó mucho y por eso es importante bancar espacios como este".
"Todavía hay una connotación negativa en un sector de la sociedad sobre la marihuana, pero el alcohol hace mucho más daño y parece que molesta menos; habría que preguntarnos por qué pasa eso o qué sentido tiene que haya gente que tenga que seguir escondiendo la plantita por miedo a que un vecino lo denuncie", agregó Gabriel.
Jazmin, que llegó con su pareja desde Parque Centenario, dijo que "es cierto que la mayoría de los que estamos acá somos usuarios recreativos de la marihuana, tal como otros toman vino o cerveza, pero como sociedad tenemos que tener conciencia que este tema es mucho más amplio".
Cannabis recreativo y medicinal
"Acá están las mamás de 'Mamá Cultiva' y muchas organizaciones que trabajan con el aceite de cannabis en distintos problemas de salud, todos ellos pierden tiempo explicándole al Estado que no están vendiendo porro mientras que lo que debería pasar es que haya más apoyo a la investigación medicinal y a estas organizaciones", completó Jazmin.
Natalia, una estudiante de Lomas de Zamora, eligió destacar que "al igual que las marchas contra la violencia hacia las mujeres o por los derechos de las diversidades en estás movilizaciones se encuentran muchos colectivos que desde diferentes lugares enfrentan el mismo desafío y eso es muy valioso; por eso no es casualidad que hoy veamos tantos pañuelos verdes o cintas multicolores, porque todos entendemos que debates como estos se dan en la calle".
Flores de la Libertad, un grupo "cannábico solidario", como lo llamó uno de sus integrantes, destacó los avances "a pasos agigantados" de la normativa en el país. Sin embargo, sostuvo que "todavía hay grises legales" y aseguró que "son muchas las personas privadas de su libertad por cultivar".