Lanús venció anoche a Estudiantes por 1 a 0, con un gol del pibe Matías Sánchez, en la Fortaleza, recuperando por momento el buen fútbol que es ya el sello que distingue al equipo del sur del Gran Buenos Aires.
Ambos pusieron mucho en juego. Estudiantes necesitaba los tres puntos para dar solidez a su objetivo de entrar en la Copa Libertadores del próximo año, buscando revancha del mal paso que tuvo en este 2017, eliminado en la fase de grupos. El premio adicional para el Pincha si triunfaba era quedar momentáneamente a tres puntos del líder Boca.
Lanús, que pasó a los octavos de final de la Libertadores, también quería una victoria que lo acercara al lote de conjuntos que pugnan por disputar un certamen internacional en 2018. De paso, seguir reencontrando el nivel que lo llevó a ser el campeón vigente del fútbol argentino. Claro que ayer esa búsqueda tenía un escollo más: la ausencia por lesiones de sus extremos titulares –Acosta y Silva–, lo que obligó al técnico Jorge Almirón a variar su preferido 4-3-3 por un 4-4-2 de contingencia.
Con esos ingredientes, el local y la visita animaron un primer tiempo parejo, con un trámite en el intentaron ser prolijos en el tratamiento del balón. Tan igualados estaban los méritos que sorprendió que Lanús se pusiera arriba en el marcador, a través del pibe Matías Sánchez, que debutó en la red. Esa diferencia hizo crecer la intensidad del partido, y en ese fragor los dirigidos por Nelson Vivas generaron alguna chance para nivelar el resultado, aunque le faltó potencia en los últimos metros.
En el complemento, el Pincha se paró unos metros más adelante. Cortaba bien los circuitos del Granate, pero cuando conseguía el balón carecía de una alternativa para desequilibrar a la última línea local. Eso aumentaba la confianza en Lanús, cuyos futbolistas le dieron continuidad al juego asociado que ya es un sello propio y siempre que llegaban al área de Estudiantes alimentaban la sensación de que iban a estirar la diferencia. No pasó, aunque quedó claro que el resultado, aunque exiguo, premió el mejor andar de Lanús.