Martín López Lacci el joven salteño de 19 años que ya demuestra tener impregnado el arte en sus venas. Se consagró campeón nacional de malambo en 2016, en Laborde. Cuatro años después se lo vio como protagonista de Karnawal, el primer largometraje de Juan Pablo Félix, que el 1 de mayo obtuvo el Premio Platino a la mejor ópera prima de ficción iberoamericana.
Ahora se encuentra en el norte argentino, precisamente en Purmamarca, siendo parte del elenco de la segunda temporada de El Reino, la exitosa serie de la escritora Claudia Piñeiro. "No puedo adelantar el nombre ni parte de la historia, pero sí les puedo decir que estoy feliz", manifestó a Salta/12, el joven oriundo de Campo Quijano, un pueblo de casi 12 mil habitantes, que se encuentra a 35 kilómetros de la capital salteña.
Y es que los últimos cuatro años han sido de transformación constante para López, ya que pasó de repiquetear sus botas en las tablas de los escenarios a tener más de dos cámaras tomando su rostro por horas. Ese cambio llegó de la mano de Félix, el director de Karnawal, que lo seleccionó entre 400 candidatos para que fuera la cara principal de su primer largometraje, una producción entre cinco países iberoamericanos filmado en Jujuy.
En la película el salteño interpretó a Cabra, un adolescente rebelde que vive con su madre en el norte de Argentina, en la frontera con Bolivia. Él sueña con convertirse en bailarín profesional de malambo, pero mientras se prepara para la competencia más importante de su vida, recibe la inesperada visita de su padre, el Corto, un estafador que acaba de salir de la cárcel con un permiso.
Este drama de 2020 acaba de recibir el Premio Platino a la mejor ópera prima de ficción iberoamericana en la novena edición de los Premios Platino del Cine Iberoamericano. López Lacci se mostró asombrado por el reconocimiento, dado que aún sigue sumergiéndose en el "mundo del cine". "Yo sabía de los Premios Platino, pero fue una re emoción cuando me enteré qué son los Premios Platino. La magnitud de esto no la sabía", se sinceró.
"Fue una emoción tremenda", manifestó, y se remontó a cómo fue su camino en el cine hasta llegar a ser la cara visible de la obra de Félix. Contó que integrantes de la producción de la película lo vieron por primera vez en 2016, en Laborde, la localidad cordobesa donde se desarrolla la competencia más importante de malambo del país. Ese año, López se consagró campeón nacional en la categoría menor.
La producción logró conseguir el dato del lugar donde el joven se alojaba momentáneamente, pero ya no lo encontraron. En 2017 el equipo llegó directamente a la casa de sus padres en Campo Quijano. "Tocaron la puerta y eran un montón de extranjeros entrando a mi casa y yo no entendía nada", se ríe, ante tamaña sorpresa. En ese momento, le comentaron sobre Karnawal, pero con la advertencia de que estaba entre los 400 chicos que disputaban el papel protagónico.
Aceptó el desafío, finalmente fue el seleccionado y, durante un año y medio, se entrenó en las artes escénicas en Buenos Aires. En esos meses lo "tenían para todos lados" porque había que "enseñarme a actuar", relató. "Yo no tenía nada que ver en la actuación porque vos me querías sacar una foto y yo ponía la mano", expresó sonriente. Si bien reconoció que en las presentaciones de malambo se encontraba frente a un montón de personas ofreciendo un show, la actuación es un género propio y totalmente distinto a lo que venía haciendo.
"Pasé de odiar las fotos a aparecer en la pantalla grande de un cine (se ríe). No me lo esperaba y no lo tenía planeado tampoco, pero sé que con todo lo que pasó fue algo que me mejoró mucho", afirmó.
López se mostró agradecido por todo lo que acontenció alrededor de Karnawal en los últimos días, ya que además de haber ganado el Premio Platino a la mejor ópera prima de ficción iberoamericana, también obtuvieron el Premio a Mejor Actor de Reparto, por la interpretación del chileno Alfredo Castro.
Su director, Juan Pablo Félix, dijo a Salta/12 que el premio obtenido fue "una alegría inmensa para todos los que hicimos esta película". El cineasta lamentó que López Lacci no pudiera estar en la premiación, en Madrid, pero se mostró contento por el camino que emprendió el joven salteño desde el trabajo que desarrolló en su film. "Está disfrutando de poder seguir su carrera como actor, más allá de su carrera de bailarín", sostuvo.
López dijo que haberse entrenado por más de un año le facilitó a trabajar "como si la cámara no existiera". "Eso fue muy importante para llegar al rodaje", expresó, contando la gran curiosidad que le despertó el detrás de cámara del largometraje, desde el trabajo de los técnicos hasta el de los actores. "Mientras íbamos filmando, yo estaba emocionado", contó, por ese mundo nuevo que se iba abriendo delante de sus ojos y en primera fila.
Aún así, y con toda la experiencia cinematográfica que va construyendo, no quiere dejar de bailar. "Me encanta cualquier ritmo que sea bailable y me gustaría seguir una carrera en paralelo", manifestó. Hasta hace meses estaba en la Universidad Nacional de las Artes, pero tuvo que detener el estudio porque surgió la propuesta de participar en El Reino. "Es una oportunidad muy importante, y sé que no la podía dejar pasar", precisó.
Ahora su casa se encuentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero está aprovechando las filmaciones en Jujuy para llegarse hasta Campo Quijano, donde lo esperan sus padres y sus hermanos varones. Para López, todo lo que vivió junto a su familia en estos últimos años también les sirvió a sus padres para comprender que podía tener un futuro, también profesional, por fuera de otras carreras más conservadoras.
El joven reconoció que vivir del arte es difícil, sea en Salta o en Buenos Aires, pero sabe que es un camino válido. Incluso, uno de sus cuatro hermanos está estudiando cine en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), en la sede de Buenos Aires.