- Karin Llanos. Empleada doméstica y promotora territorial de la Villa 31 de violencia de género: Marcho contra la violencia institucional contra las compañeras, por la violencia que sufren ellas y la que viví en la experiencia propia. La hemos adquirido por nuestros padres y abuelos, pero al ser migrantes sufrimos el doble al no tener documento y no tener casa. Soportamos la violencia de nuestras parejas y de nuestros empleadores porque te sentís obligada a hacer cosas que no queres hacer. Al no tener forma de pensar en el género seguís en el círculo. Pero ahora tratamos de ayudarnos entre nosotras. Por eso estar en la marcha de Ni Una Menos para mí es importantísimo para generar que en el futuro haya un cambio positivo en las mujeres y también en los hombres. Ellos son sordos y ciegos a la situación y tienen que escuchar para poder cambiar.
- Juan Palomino. Actor y secretario adjunto de la Asociación Arge: Vengo porque no tiene que ver solamente con la violencia del hombre hacía la mujer sino también con la violencia institucional, la falta de trabajo, la desocupación y las políticas neoliberales. Además la ficción es una herramienta para espejarnos. En Vidas robadas, Montecristo o La Leona se hablaba de trata de personas, búsqueda de la identidad y violencia de género. O en Nafta super una trans era la Mujer Maravilla. Necesitamos más espacios para que la ficción pueda reflejar estos nuevos modelos, pero si no tenes productora se complica. Creemos fervientemente que no puede ser que en una novela turca se hable del sultán, con lo que significa en el patriarcado la idea del sultán, en horario prime time sin cuestionamientos. Pero, por eso, necesitamos que haya regulación del Estado porque el mercado no va a priorizar nuevas identidades.
- Reina Flores. Ama de casa: Vengo para que no mueran las mujeres, para que no tengan miedo y para que se termine la violencia en los barrios. Y también para que las madres podamos trabajar y haya jardines que cuiden a los chicos y podamos seguir con la lactancia y no tengamos que elegir entre criar a los hijos o tener nuestro dinero. Y porque queremos más derechos para las mujeres.
- Carolina Diebel. Abogada: Todos los años participo de la marcha de Ni Una Menos. El patriarcado nos tiene cada vez más miedo y, por eso, cada vez nos van a tener más contra las cuerdas, pero no podemos declinar.
- Sol Diebel. Diseñadora de indumentaria: A partir de Ni Una Menos se produjo un cambio en la sororidad. Los tipos siguen poniendo palos en la rueda, pero aumentó la solidaridad entre mujeres. La violencia continúa, pero hay que estar cada vez más presentes entre nosotras. Ahora se conoce más que quiere decir sororidad (hermandad entre mujeres) y se practica más. Me gustaría que la generación de nuestras madre esté en la marcha y entiendo que les cuesta, pero tendrían que sumarse a Ni Una Menos.
- Mercedes Finazzi. Experta en moda: Los hombres no entienden el movimiento feminista. Piensan que van a perder el poder. Pero las nuevas generaciones de mujeres están cambiando fuerte y es muy importante que ellas estén educadas de una manera distinta a cómo nos educaron a nosotras.
- Cecilia González. Periodista mexicana: En el primer Ni Una Menos había mucha tristeza y soledad. No podías hablar con nadie en la marcha que se ponía a llorar. Ahora, en cambio, hay mucha alegría y acompañamiento y más unión en la diversidad. Y algo fundamental es que los movimientos de mujeres en la Argentina se colocaron en la vanguardia de Latinoamérica y de muchos países europeos. Igual que con las Madres y las Abuelas son, nuevamente, las mujeres argentinas un ejemplo para la comunidad internacional por la masividad y la capacidad de organización. Ni Una Menos es un fenómeno único y espectacular.
- Andrea Majul. Locutora y mamá de Jazmín, Abril y Santiago: Me gusta marchar en familia para que el sexo con el que se nace no implique las condiciones de tu vida y de tu muerte. Ni Una Menos tuvo un efecto domino que generó una gran conciencia colectiva como muchas gotas que rebalsaron el vaso y generaron una gran catarata. Es importante que los chicos y chicas vivan con otra cabeza. En primer grado un compañero la empujó a Abril y Santiago salió a defenderla y le dijo al chico “Así no se trata a una mujer”. Y él le contestó: “Tengo dos hermanas y dos mamás, mira si no voy a saber como se trata a las mujeres”.
- Lucas Beltrán. Desocupado: El sistema patriarcal reprime a las mujeres y, sobre todo, a las más vulnerables. A partir de Ni Una Menos se visibilizó la violencia de género y los micromachismos. Nosotros también empezamos a darnos cuenta de cosas que hacíamos sin tener conciencia como mirar a chicas por la calle. Antes nos parecía normal y ahora empezamos a cambiar la actitud. Ni Una Menos nos hizo tomar conciencia del acoso callejero y de todo lo que sufren nuestras compañeras desde la desigualdad económica hasta los asesinatos. Por eso está bueno que los varones nos sintamos parte de esta movida.
- Rocío Mendez. Artesana: El machismo y la opresión a la mujer son muy injustos. Por suerte, a partir de Ni Una Menos hay mucha más gente expresándose y más organizaciones que apoyan al movimiento feminista y hasta se puede hablar mucho más con nuestros amigos.
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