La inflación registró una leve desaceleración en abril y se ubicó en el 5,6 por ciento, según el informe mensual que elabora el Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana (UMET) en conjunto con el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD). En el primer cuatrimestre, la suba acumulada es del 22,6 por ciento, mientras que en los últimos doce meses llega al 57,1 por ciento, la más alta desde 1991. La suba de Alimentos y Bebidas fue del 5,8 por ciento en abril, lo que implica una desaceleración de 3,2 puntos respecto al 9 por ciento registrado el mes pasado
El documento advierte que el 5,6 por ciento implica una desaceleración de 1,2 puntos respecto al registro de marzo, pero muy superior a los valores mensuales registrados en los últimos años. Todos los capítulos de la canasta, según reseña el informe, subieron por encima del 4 por ciento en abril, siendo Educación el de menores alzas (4,4 por ciento) y Comunicaciones el de mayores subas (6,8 por ciento). Esto, al igual que en los últimos meses, denota un comportamiento generalizado en el alza de los precios.
El director ejecutivo del CCD y exministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, remarcó sobre los datos que “es importante que se haya evidenciado una desaceleración mensual de la inflación, aunque no se puede dejar de reconocer la enorme frustración política que implica el proceso inflacionario tan elevado que está transitando nuestro país; habida cuenta que la más alta inflación interanual desde 1991 se produce bajo esta administración. Más allá que transitamos un contexto nacional adverso y se administra una grave herencia, es imprescindible redoblar los esfuerzos y encontrar soluciones integrales y urgentes para morigerar está realidad inflacionaria que golpea en el salario de todos los hogares argentinos”.
El informe del IET reconoce al mismo tiempo que “la fortísima aceleración de la inflación doméstica de los últimos meses es inescindible del panorama global, atravesado por las presiones inflacionarias derivadas de la salida de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania. De acuerdo con la FAO, solo en marzo el precio internacional de los alimentos trepó 13,2 por ciento mensual. Esa variación es por lejos la más pronunciada para un mes desde que hay registro (1990). Como resultado de este shock de precios, en marzo-abril de 2022 el valor real de los alimentos se ubicó en el máximo nivel desde al menos 1990, con precios récord en aceites, cereales y carnes”.
Para finalizar advierte que “la disparada inflacionaria global impactó con fuerza en los índices de precios al consumidor de múltiples países. En la OCDE, la inflación interanual fue del 8,8 por ciento en marzo (y del 10 por ciento en alimentos). Se trata de la mayor cifra desde los años ’80. Europa registró una inflación interanual del 11,6 por ciento en marzo, superando los dos dígitos por primera vez desde 1982. Estados Unidos alcanzó una suba de precios del 8,5 por ciento, también la más elevada desde 1982”.